El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) dio a conocer un balance a nivel nacional a cinco años de la crisis social. De las 3.233 querellas que el INDH interpuso por 3.828 víctimas, la justicia sólo ha dictado 42 sentencias condenatorias ejecutoriadas (cifra actualizada al 31 de julio pasado).
Este balance es preocupante pues a cinco años de registrarse numerosas y graves violaciones a los DD.HH. , un porcentaje importante de las causas comenzará su prescripción por los plazos legales.
Del total de víctimas, 2.852 (75%) son hombres y 973 (25%) mujeres (en tres casos no se contó con información sobre el sexo registral de la víctima). En las querellas del INDH hay 227 personas que fueron víctimas de lesión ocular. Y del total de víctimas consignadas 3.640 sufrió alguna lesión sin resultado de muerte. Siete personas fallecieron debido a los hechos denunciados.
Grupos de especial protección
Es importante relevar que 1.481 víctimas pertenecen a uno o más grupos de especial protección y 603 eran niños, niñas o adolescentes al momento de las vulneraciones. El 20% de las víctimas mujeres, es decir dos de cada diez, denunció algún hecho de violencia sexual (violación, amenaza de violación, tocaciones o desnudamientos), casi el doble que los hombres.
Ahora bien, en cuanto a los hechos vulneratorios, éstos ascendieron a 5.581 y los más frecuentemente denunciados por las víctimas corresponden a agresiones físicas directas (2.095), disparos (1.887) y desnudamientos (386). La mayor parte de los hechos ocurrieron en sitios públicos (3.958), en 745 de los hechos denunciados la vulneración ocurrió en lugares de custodia y 592 en vehículos de traslado.
Situaciones constatadas por el INDH
De acuerdo a la información reunida por el INDH, las vulneraciones perpetradas en el marco de la crisis social tienen un denominador común. Ocurrieron en espacios donde los medios de prueba resultan complejos de reunir: en sitios de privación de libertad o durante escaramuzas callejeras. Este panorama dificulta la determinación de las responsabilidades.
«Vista esta situación y el bajo número de condenas firmes y ejecutoriadas, no se puede sino concluir que la impunidad ha sido la tónica de los resultados de los procesos de justicia», señala el Instituto.
En este momento, al cumplirse un lustro de la más grave crisis institucional que vivió el país desde el retorno a la democracia, el INDH insiste en su demanda al Estado de reforzar su labor en los pilares de la justicia transicional: la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición.