La decisión del gobierno de Chile de dejar a Israel fuera de la Feria Internacional de Aeronáutica y del Espacio, FIDAE 2024, es parte de una tradición de la política exterior de nuestro país.
En su oportunidad el Presidente Ricardo Lagos le dijo no al apoyo en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, CSNU, a la pretensión de Estados Unidos y del Reino Unido para dar unanimidad a la invasión que se buscaba a Irak. Era el año 2001, y tras el ataque a las Torres Gemelas, los norteamericanos necesitaban el voto de Chile ante el CSNU, cuando Lagos recibió los llamados del Presidente George W. Bush y del Primer Ministro de Gran Bretaña, Tony Blair. Entonces los editoriales de los medios de derecha escribieron que se trataba de un «error» de Lagos, decirle no a esas potencias mundiales, toda vez que se estaba negociando el Tratado de Libre Comercio entre Chile y Estados Unidos. Todos sabemos qué pasó. Hubo tratado y hubo invasión contra la opinión del CSNU.
Hace dos años, el 6 de marzo de 2022, el entonces Presidente Sebastián Piñera, a cinco días de entregar el gobierno a Gabriel Boric, suspendió la participación de Rusia en la FIDAE 2022, debido al ataque perpetrado contra Ucrania. No hubo mayores comentarios de los medios de derecha, salvo apoyar la medida.
Esta vez no se trata de una invasión que está por producirse, de pedir permiso para entrar a otro territorio, sino de prohibir al Estado de Israel utilizar una feria en territorio chileno para promocionar sus armas (y venderlas), mientras su gobierno ataca desde hace 5 meses a la población palestina, donde se cuentan más de 30 mil asesinatos, la mayor parte mujeres y niños.
A ello se suma la investigación que se desarrolla en la Corte Internacional de Justicia contra el Estado judío, sobre la cual Chile ha accionado junto a una cincuentena de naciones del mundo, lideradas por Sudáfrica.
La acción de Chile sobre Israel se ajusta a derecho y la soberanía que tiene que ejercer el gobierno sobre el territorio nacional. Se ha dicho, entre parlamentarios de derecha y también de la ex Concertación, como el senador Quintana, que no comparten la decisión del Presidente de la República, que Israel es un socio para Chile en la tecnología de los aviones y misiles. No olvidemos que ese país es un protectorado de Estados Unidos, por lo que las indicaciones del comercio no parten en Israel, sino en Washington D.C.