El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, firmó este viernes una orden ejecutiva destinada a proteger el acceso al aborto en todo el país a pesar de los esfuerzos de algunos estados para prohibirlo o restringirlo severamente tras la decisión que adoptó hace dos semanas la Corte Suprema de revocar el emblemático fallo «Roe vs Wade».
Junto a la vicepresidenta Kamala Harris y el secretario de Salud y Servicios Humanos Xavier Becerra, Biden abordó el tema en la Sala Roosevelt de la Casa Blanca, donde calificó la decisión del máximo órgano judicial estadounidense como «extrema» y «totalmente errónea».
«Esto no es un horror imaginado. Ya está sucediendo. Apenas la semana pasada, se informó de que una niña de 10 años era víctima de violación, de 10 años, y se vio obligada a tener que viajar fuera del estado a Indiana para tratar de interrumpir el embarazo y tal vez salvar su vida. Imagínate ser esa niña… hablo en serio, imagínate ser esa niña», expresó.
La acción ejecutiva se produce cuando Biden se enfrenta a la presión de sus correligionarios demócratas para adoptar medidas más contundentes. La orden tiene como objetivo salvaguardar el acceso a los servicios de atención de salud reproductiva, incluidos el aborto y la anticoncepción, en momentos que aumentan los estados que están adoptando leyes para restringir los servicios de aborto.
La orden ejecutiva finaliza en gran medida lo que ya ha sido anunciado por la administración, incluidas las instrucciones al Departamento de Justicia para asegurarse de que las mujeres puedan viajar fuera del estado para recibir atención del aborto.
La orden aborda los elevados riesgos para los pacientes, los proveedores y las clínicas, lo que incluye esfuerzos para proteger las clínicas móviles desplegadas en las fronteras estatales para ofrecer atención a pacientes de fuera del Estado.