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La puerta la abrió la directora de Conaf de La Araucanía, quien habría considerado “interesante” que las comunidades mapuche de la zona participaran en la administración de los parques, despertando el apetito por el control de éstos.
Un grupo de encapuchados, a bordo de 10 camioneta, irrumpió hace algunos días en el Parque Nacional Conguillío, dejando rayados y lienzos alusivos a reivindicaciones territoriales de la denominada comunidad “Txoluf Antu”. La escena sorprendió a los turistas que se encontraban en el lugar, ya que creyeron que se trataba de un intento de toma.
Todo ocurrió en el acceso por Curacautín, donde los individuos si bien no fueron violentos, se mostraron agresivos con las personas que reclamaron por la acción que estaban llevando a cabo.
“Eran unos jóvenes que dejaron mensajes, pero que finalmente se fueron”, dijo uno de los testigos del episodio.
Lo que se sabe hasta ahora es que, efectivamente, no tenían la intención de concretar una toma y que su objetivo era llegar hasta el predio del agricultor Jorge Farouk Gazaue Saquel, que colinda con el parque.
También se conoció que los manifestantes son hijos de los miembros históricos de la comunidad de Quilapi Lopez de Collico, es decir personas mapuche con tierra que recibieron hace años los terrenos del predio Queule y que son lideradas por Maria Cheuquepan.
¿Pero por qué los rayados? Versiones recogidas por Desenfoque dan cuenta que la actual directora regional de Conaf de La Araucanía, María Teresa Huentequeo, habría considerado que sería “interesante” que las comunidades mapuche participaran de la administración de los parques.
Las palabras de la funcionaria, ex pareja del vocero del Consejo de Todas las Tierras, Aucán Huilcamán, no hizo otra cosa que despertar el apetito de varias comunidades. Y de hecho lo que hicieron los miembros de Quilapi López fue marcar el territorio del parque, tal como lo hicieron con los terrenos de Farouk, aunque en ese caso lo que pretenden es asentarse ahí para formar una comunidad independiente.
El mensaje en Conguillío tampoco habría estado dirigido a los turistas, a los encargados del parque o a las autoridades, sino que a las otras comunidades interesadas, como es el caso de la comunidad de Venancio Huenchupan, muy cercana al alcalde de Curacautín, Víctor Manuel Barrera, y la comunidad Lienpi Colipi de Corretué.