Con los votos de la suspendida Angela Vivanco, Enrique Alcalde (marido de la activista de ultraderecha Teresa Marinovic), Pedro Aguila (abogado de Julio Ponce Lerou), entre otros, la Corte Suprema revocó las sentencias de la Corte de Apelaciones de Santiago que habían ordenado a la Armada retirar los retratos de Toribio Merino y a Carabineros, los de César Mendoza y Rodolfo Stange, jerarcas de la dictadura militar imperante en Chile entre 1973 y 1990. Las sentencias de primera instancia habían acogido sendos recursos de protección interpuestos por el abogado Luis Mariano Rendón, presidente de la Fundación Memoria Histórica.
En los fallos de la Corte Suprema, en síntesis, se argumenta que los referidos retratos no constituyen homenajes, sino meros registros históricos de quienes estuvieron al mando de la Armada y Carabineros.
Al ser notificado de las resoluciones del máximo tribunal, el abogado Rendón señaló: “No podemos compartir el argumento de la Corte para revocar las sentencias de la Corte de Santiago. No se mandan a hacer retratos al óleo de personajes simplemente para dejar registrada su existencia, rasgos faciales o características antropométricas. Se trata de obras de arte que buscan enaltecer la imagen de ciertos individuos y así son exhibidas. Nadie ha pedido que se eliminen las fotografías de estos sujetos que puedan existir en sus hojas de vida. Eso si son registros históricos que deben ser conservados. Lo que hace la Corte es “normalizar” la imagen de personajes responsables de políticas criminales, impulsadas tanto desde sus mandos institucionales como desde sus mandos políticos, en tanto integrantes de la Junta de Gobierno. Esa normalización opera al exhibir los retratos de esos personajes junto a los de oficiales decentes, respetuosos de la Constitución y la ley y de la dignidad de sus compatriotas. Es penoso que la Corte no se haya pronunciado sobre uno de los fundamentos centrales de nuestra acción, en el sentido que tanto Merino como Mendoza usurparon el mando de sus instituciones y por esa razón adicional, tampoco debiesen estar junto a mandos institucionales legítimos.
Sobre la fecha en que se dieron a conocer los fallos de la Corte Suprema, vísperas de un nuevo aniversario del golpe de Estado de 1973, Rendón indicó que le parecía curioso: “Estas causas estuvieron en acuerdo durante meses y meses. Que justo se den a conocer en esta fecha llama la atención. Pero lo importante es lo que viene: impugnaremos estos fallos a nivel interamericano, sin perjuicio de interponer otras acciones similares nuevamente en los tribunales chilenos. Cuando esas acciones lleguen a la Suprema y gracias a las revelaciones del caso Hermosilla, esperamos que hayan otros jueces, de mayor compromiso y coherencia con la defensa de los derechos humanos. Sabemos que eliminar los fósiles simbólicos del golpismo no es fácil. Hemos tenido avances importantes, como los referidos al criminal Manuel Contreras, eliminados del Ejército, o estatuas y bustos de Merino en la Armada. Pero hay mucho pendiente”, finalizó.