Datos revelan preocupantes brechas en acceso a la salud de las mujeres

En promedio, una mujer puede llegar a esperar ocho años para saber si tiene o no endometriosis, que además generalmente es confundida con otras dolencias, debiendo recurrir a más de cinco médicos antes de recibir el tratamiento necesario. Esta es una de las enfermedades que más tarda en ser diagnosticada en el mundo.

Este domingo 28 de mayo se conmemoró el Día Internacional por la Salud de la Mujer, fecha que busca concientizar sobre la importancia del diagnóstico a tiempo de las distintas enfermedades que afectan a las mujeres y garantizar acceso oportuno a tratamientos médicos.

«Este es un día que nos debe llamar a reflexionar sobre las razones que han hecho que históricamente las mujeres se hayan visto postergadas en el abordaje de algunas patologías. Hoy las campañas de prevención de muchas enfermedades están más enfocadas en la población masculina y eso genera, por ejemplo, que el diagnóstico erróneo de un infarto al corazón sea un 50% mayor en las mujeres», explicó la doctora May Chomali, Directora Ejecutiva del Centro Nacional en Sistemas de Información en Salud (CENS).

El cáncer de pulmón es otro ejemplo donde las desigualdades en salud se evidencian. En los últimos 40 años su incidencia en las mujeres creció en un 84%, mientras que en los hombres bajó un 36%, haciendo evidente la necesidad de priorizar la atención de la mujer, y acciones preventivas que contribuyan a reducir su incidencia.

La desigualdad en el acceso a la salud es una realidad a nivel mundial, “debemos tomar las medidas necesarias para concientizar a la sociedad en general sobre la importancia de que las mujeres puedan realizarse controles médicos integrales, más allá de los relacionados exclusivamente con la patología de la mujer, lo que permite detectar oportunamente factores de riesgo y enfermedades y comenzar el tratamiento en forma oportuna”, sostuvo la especialista en salud pública.

A nivel mundial, la investigación de enfermedades que afectan principalmente a mujeres también tiene brechas de género. Por ejemplo, mientras que para el estudio del cáncer de próstata en Estados Unidos se destinaron US$1.530 millones en los últimos 25 años, para investigar el cáncer de ovarios, esa cifra es 5,5 veces más baja, llegando sólo a los US$276 millones, en el mismo período.

Mientras que en el desarrollo de estudios, la desigualdad persiste; las científicas tienen un 35% más de opciones que los hombres de generar tratamientos que beneficien a la población femenina, pero no siempre llegan al mercado, ellas son solo dueñas de solo el 13% de las patentes.

La Directora Ejecutiva del CENS agregó que “la atención de salud es muy importante, pero más lo es la prevención y la investigación de sus causas, lo que permite generar más y mejor evidencia para su manejo. Actualmente, a nivel mundial, el 75% de los casos de enfermedades que afectan mayoritariamente a las mujeres no cuenta con los recursos necesarios para su estudio. Un desequilibrio que genera una falta de comprensión y consideración con los problemas de salud de ellas, y aumenta las brechas de género en la atención. Es urgente avanzar a una sociedad más justa, donde las diferencias en temas tan sensibles como la salud, queden en el pasado”.