Por un estrecho margen de prácticamente sólo un punto, Luiz Inácio Lula da Silva se convirtió en el presidente electo de Brasil tras alzarse como el vencedor del balotaje celebrado este domingo, y donde 150 millones de personas estaban convocadas a las urnas.
Luego que el Tribunal Superior Electoral contabilizara el 98,95 por ciento de los votos escrutados, el candidato izquierdista obtuvo el 50,83 por ciento de las preferencias, mientras el ultraderechista Jair Bolsonaro sumó el 49,17 por ciento.
La encuestadora Datafolha había adelantado que Lula ganaría las elecciones y la prensa brasileña lo daba por electo, aunque cuidándose de citar las proyecciones de empresas demoscópicas, dado lo estrecho de los resultados oficiales. Las autoridades electorales, en tanto, dijeron que el balotaje transcurrió con «absoluta tranquilidad, seguridad y paz”, pese a alguna polémica por retenes policiales que demoraron el paso de algunos electores.
El nuevo éxito electoral de Lula, que llegó a la política desde el sindicalismo y tras una infancia en la pobreza que le hace conectar con las clases más populares, se debe en buena medida al dulce recuerdo que tienen muchos brasileños de los años en que fue presidente, que contrastan con las duras crisis que siguieron.
Brasil vivió durante sus gobiernos una bonanza económica impulsada por los altos precios de las materias primas. Millones de personas salieron de la pobreza y ascendieron a la clase media con programas asistenciales y educativos del Estado.
(Con información de DW y BBC Mundo)