Varios civiles muertos y otros atrapados entre los escombros ha dejado el ataque de drones explosivos enviados por Rusia contra Kiev, sembrando el pánico de la población.
Las explosiones han afectado a edificios residenciales de la capital ucraniana, debiendo los servicios de emergencia realizar esfuerzos para el rescate de sobrevivientes.
Estas oleadas de drones «kamikazes» habían cobrado la vida de al menos tres personas, entre ellas una mujer con un embarazo de seis meses. Los rescatistas también habían logrado sacar de entre los escombros a una veintena de personas, de las cuales cuatro debieron ser hospitalizadas por la gravedad de sus lesiones.
El alcalde de la capital ucraniana, Vitali Klitschkoun, dijo que los ataques causaron cinco erxplosiones y que las fuerzas rusas enviaron 28 drones, la mayoría de los cuales, asegura, fueron derribados por la defensa antiaérea ucraniana y también por la policía.
De hecho, imágenes divulgadas por la televisión mostraron a efectivos policiales abriendo fuego contra drones en los momentos que los dispositivos se preparaban para arremeter contras sus objetivos.
Al menos parte de los drones empleados son los Shaded 136 iraníes, cargados con explosivos que vuelan en grupo y a baja altitud para evitar ser interceptados.
Kiev no ha sido el único objetivo. El primer ministro Denis Chmigal ha dado cuenta de ataques rusos contra infraestructuras cruciales en otras dos regiones que han dejadoa cientos de localidades sin electricidad.
El presidente Volodímir Zelenski ha pedido la exclusión de Rusia del G20 por estas acciones.
(*Con información de EuroNews.com)
