Liz Truss y los desafíos que enfrentará como primera ministra británica

El Partido Conservador británico eligió a Liz Truss como nueva su nueva líder y sucesora de Boris Johnson, quien renunció a principios de julio, lo que la convierte automáticamente en la primera ministra de Reino Unido.

Tras el anuncio de este lunes, está previsto que el martes Johnson dé su discurso de despedida y notifique su salida como primer ministro a la reina Isabel II en el castillo de Balmoral, en Escocia. Después, Truss se reunirá con la soberana para notificarle su intención de formar gobierno.

Debido a una inflación en Reino Unido que podría llegar al 18% y a una preocupación general sobre los altos costos de la energía, la nueva primera ministra no contará con el tradicional período de «luna de miel», según anticipa el editor político del diario The Independent, Andrew Woodcock.
«Ella caminará directo hacia el huracán», opinó el periodista.

Pero, según la definió el editor político de la BBC Chris Mason, Truss ha demostrado a lo largo de su carrera ser -una y otra vez- una política que sabe cómo sobrevivir a situaciones difíciles.

¿Dama de hierro?

Liz Truss, a quienes los afiliados del Partido Conservador eligieron por sobre Rishi Sunak, tiene ahora la oportunidad real de seguir el ejemplo de Margaret Thatcher al convertirse en líder conservadora y primera ministra británica.

Durante las cinco rondas de votación de los parlamentarios conservadores, la que fuera secretaria de Relaciones Exteriores se convirtió en la ganadora después de haber pasado años construyendo relaciones con asociaciones de electores y tras permanecer leal al ahora exprimer ministro Boris Johnson durante los días más oscuros de su mandato.

En la la Universidad de Oxford estudió Filosofía, Política y Economía y participó activamente en la política estudiantil, inicialmente para el partido Demócrata Liberal.

En la conferencia del partido en 1994, habló a favor de la abolición de la monarquía y les dijo a los delegados: «Nosotros, los demócratas liberales, creemos en las oportunidades para todos. No creemos que las personas nazcan para gobernar».
Ambiciones políticas

En Oxford, Truss se pasó al Partido Conservador.

Después de graduarse, trabajó como contadora para Shell y Cable & Wireless, y se casó con el también contador Hugh O’Leary en 2000. La pareja tiene dos hijas.

Truss se presentó como candidata conservadora de Hemsworth, en Yorkshire, Inglaterra, en las elecciones generales de 2001, pero perdió.

Después sufrió otra derrota en Calder Valley, también en Yorkshire, en 2005.

Pero, a pesar de las derrotas, sus ambiciones políticas siguieron intactas, y fue elegida miembro del ayuntamiento de Greenwich, en el sureste de Londres, en 2006. Desde 2008 también trabajó para el grupo de expertos de centro-derecha Reform.

El entonces líder conservador David Cameron colocó a Truss en su «lista A» de candidatos prioritarios para las elecciones de 2010 y fue seleccionada para presentarse al escaño asegurado de Norfolk suroccidental.

Pero pronto se enfrentó a una batalla contra la asociación conservadora del distrito electoral que pidió retirar a Truss después de que se reveló que había tenido una aventura amorosa con el parlamentario conservador Mark Field unos años antes.

El esfuerzo por expulsarla fracasó y Truss ganó el escaño por más de 13.000 votos.

En 2012, poco más de dos años después de convertirse en diputada, ingresó al gobierno como secretaria de Educación y en 2014 fue ascendida a secretaria de Medio Ambiente.

En la conferencia conservadora de 2015, Truss fue objeto de burlas por un discurso en el que dijo, con voz apasionada: «Importamos dos tercios de nuestro queso. Eso. Es. Una. Desgracia».

asi un año después se produjo posiblemente el que ha sido el mayor evento político en una generación: el referéndum sobre la Unión Europea.

Truss hizo campaña a favor de permanecer en ella y escribió en el diario Sun que el Brexit sería «una triple tragedia: más reglas, más formularios y más demoras al vender a la UE».

Sin embargo, después de que su lado perdió, cambió de opinión y argumentó que el Brexit brindaba una oportunidad para «sacudir la forma en que funcionan las cosas».

Bajo el mandato de Theresa May, Truss se desempeñó como secretaria de Justicia y posteriormente como secretaria en jefe del Tesoro.

Cuando Boris Johnson se convirtió en primer ministro en 2019, Truss pasó a ser secretaria de Comercio Internacional, un trabajo que significaba reunirse con líderes políticos y empresariales mundiales para promover los intereses comerciales de Reino Unido.

En 2021, a los 46 años, se trasladó a uno de los puestos de mayor rango en el gobierno: secretaria de Relaciones Exteriores.

En este cargo, intentó resolver el espinoso problema del Protocolo de Irlanda del Norte, eliminando partes de un acuerdo entre la UE y el Reino Unido posterior al Brexit, una medida que la UE criticó ferozmente.

También consiguió la liberación de dos ciudadanos británico-iraníes que habían sido arrestados y detenidos en Irán.

Y cuando Rusia invadió Ucrania en febrero, adoptó una línea dura, insistiendo en que todas las fuerzas de Vladimir Putin deberían ser expulsadas del país.

Pero enfrentó críticas después de que respaldó a ciudadanos en Reino Unido que querían ir a pelear a Ucrania.

Cargas y ayudas

La campaña de Truss por el liderazgo del partido Conservador no estuvo exenta de controversia.

Cuando se le presionó para responder cómo abordaría la crisis del costo de vida en el país, dijo que centrará sus esfuerzos en «reducir la carga fiscal, no en dar ayuda financiera».

También llamó a la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, una «buscadora de atención», y agregó que era mejor «ignorarla».

Algunos han sugerido que Truss, con sus atuendos, está tratando de emular a otra favorita de los conservadores: Margaret Thatcher.

Pero ella lo ha descartado y como le dijo a GB News: «Es bastante frustrante que las mujeres políticas siempre son comparadas con Margaret Thatcher, mientras que los hombres políticos no son comparados con (el exprimer ministro británico) Ted Heath».

Pero esa comparación quizás no fue una desventaja cuando se estaba tratando de obtener el apoyo de los miembros del Partido Conservador.