La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, llegó la noche de este martes a Taiwán, en medio de fuertes tensiones y amenazas de China, que considera a la «isla rebelde» parte de su territorio.
El avión de la Fuerza Aérea de Estados Unidos que llevaba a la tercera máxima autoridad del gobierno de EE.UU. aterrrizó en la capital taiwanesa sobre las 10:40 PM (hora local).
La posibilidad de la visita, que forma parte de una gira por Asia, ya había elevado las tensiones entre Washington y Pekín y el gobierno chino había amenazado de «fuertes consecuencias», si Pelosi llegaba a Taipei.
La última vez que un político estadounidense de tan alto rango viajó a Taiwán fue 1997.
China ve a Taiwán como una provincia rebelde que se reunificará con el continente tarde o temprano.
Mientras, Taiwán se ve a sí mismo como un país independiente, gobernado democráticamente, pese a que nunca ha declarado oficialmente su independencia.
Si bien Estados Unidos mantiene lo que llama una «relación sólida y no oficial» con Taiwán, tiene vínculos diplomáticos formales con China y no con la isla.
El viaje de Pelosi se produce también en medio de mayores tensiones entre Washington y Pekín, y en un contexto en el que China ha realizado varias incursiones aéreas y navales en la isla vecina.