El Presidente Gabriel Boric anunció este miércoles que a partir de septiembre, las más de 5 millones de personas que pertenecen a Fonasa en sus tramos C y D, no tendrán que pagar copago por sus atenciones de salud.
Durante una actividad en el hospital Félix Bulnes, a la que asistió junto a la ministra de Salud, Begoña Yarza, entre otras autoridades, el jefe de Estado destacó la medida, porque «han sido muchas generaciones de chilenos y chilenas que han soñado en un sistema de salud público, gratuito, para todas y todos los usuarios de Fonasa. Un sistema que funcione en base a ciudadanos, en base a las necesidades de las personas y no al tamaño de la billetera de cada uno»,
La inicitiva Copago Cero en la Red Pública de Salud permite a los usuarios de esos tramos contar con gratuidad en todas sus atenciones en el sistema público (AUGE/GES y No AUGE/GES), sumándose así a la gratuidad que ya tienen las personas de los tramos A y B.
En el caso del tramo C, son personas cuyos ingresos imponibles mensuales son iguales o superiores a los 380 mil pesos y en el caso del tramo D, sus ingresos imponibles son iguales o superiores a los 554.800 pesos.
De este modo, todas las personas pertenecientes a Fonasa, es decir, más de 15 millones de usuarios, tendrán gratuidad en sus atenciones de salud en el sistema público.
Fue aprobado en el Senado por amplia mayoría y despachado la noche del martes a la Cámara de Diputados. La ministra del Interior aseguró que, de no aprobarse a tiempo, el Ejecutivo tendrá que evaluar otra vez una prórroga del estado de excepción en la Macrozona sur, opción resistida por algunos sectores del oficialismo, como el PC.
«Llevar adelante un proceso de información a la ciudadanía, garantizar que este sea un proceso democrático, que sea un proceso participativo, es parte, creo yo, lo que a cualquier gobierno le correspondería», dijo la legisladora comunista.
Para el gobierno de Tel Aviv, el episodio, que conideró, desconcertante, “perjudica gravemente las relaciones entre los dos países”. Una medida inmediata fue el llamado al embajador chileno en ese país, a una «conversación de reprimenda».