Un día después de la entrega oficial de la propuesta de nueva Carta Magna elaborada por la ya disuelta Convención Constitucional, el ex presidente Ricardo Lagos manifestó que tras el resultado del plebiscito del próximo 4 de septiembre, “el desafío por venir consistirá en construir una buena Constitución que nos una, a partir del texto que resulte vencedor”.
En una carta pública dada a conocer este martes, el ex mandatario plantea los distintos escenarios que s su juicio se abrirán si resulta vencedora la opción “apruebo” o “rechazo”.
Dijo que «en caso de que gane el rechazo habría que rebajar el quórum para reformas constitucionales; eliminar las leyes orgánicas constitucionales y de quórum calificado y suprimir el control preventivo de oficio y del Tribunal Constitucional; poner término a los vestigios de Estado subsidiario que permanecen en la Carta Fundamental actual y consagrar el Estado social y democrático de derechos; incorporar derechos económicos y sociales, siguiendo sustancialmente la propuesta de la Convención; asegurar la igualdad entre el hombre y la mujer; reconocer a los pueblos originarios, respetando y valorando sus tradiciones, idioma y cosmovisión y reconociéndoles un ámbito de razonable autonomía».
«De triunfar el apruebo, en cambio, habría que devolver el nombre del Poder Judicial equivalente a los otros dos poderes Legislativo y Ejecutivo a sus temas de administración de justicia y cambiar la integración y las facultades del Consejo de la Justicia; eliminar la iniciativa parlamentaria en las leyes de concurrencia presidencial; reformar el sistema político regulando a los partidos y sentando las bases del sistema electoral; revisar a fondo el rol del Presidente de la República y del llamado bicameralismo asimétrico; corregir el diseño del Estado Regional, especialmente en fuentes de financiamiento y autonomía presupuestaria y revisar el exceso de organismos autónomos a nivel constitucional, que perfectamente pueden ser regulados a nivel legal», agregó.
Lagos lo resume así: «Si gana el apruebo, se debe abrir el debate para incorporar mejoras en el texto. Si gana el rechazo, lo logrado por la Asamblea Constituyente no podrá dejarse de lado, pues hay elementos muy rescatables en su propuesta, que debieran ser incluidos en cualquier Constitución que se escriba en el futuro».
En la misiva, el ex jefe de Estado socialista sostiene que “Chile necesita y merece una Constitución que suscite consenso y que, más temprano que tarde, nos permita dejar de debatir acerca de ella para convivir dentro de ella. Y porque ninguno de los dos textos que puedan resultar del plebiscito del 4 de septiembre está en condiciones de lograrlo, estoy convencido de que el desafío político relevante es encontrar la manera de abordar la continuidad del debate constitucional hasta alcanzar un texto capaz de concitar un alto grado de aceptación ciudadana».
Y concluye: “Tengo la convicción que ese es el gran desafío que deberán enfrentar, en un par de meses, las fuerzas políticas y que el Presidente de la República tiene el deber de liderar. A ello contribuiré en lo que se encuentre a mi alcance. La tarea presente, en consecuencia, es comenzar a preparar ese camino y no dejar que el ambiente de campaña lo entorpezca».