Planteamiento lo hizo la titular de Relaciones Exteriores durante una conversación telefónica con su homólogo chino Wang Yi, a pocos días de la crisis internacional que generó la visita a Taiwán de la presidenta dde la Cámara de Representantes de EE.UU, Nancy Pelosi.
Se trata de el despliegue más grande de fuerzas militares en la zona desde 1995. La presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, aseguró que su país no cederá y que «apoyaremos firmemente la soberanía de nuestra nación y continuaremos defendiendo la democracia».
La posibilidad de la visita, que forma parte de una gira por Asia, ya había elevado las tensiones entre Washington y Pekín y el gobierno chino había amenazado de «fuertes consecuencias», si Pelosi llegaba a Taipei.