El drama de los segundos pisos es que son solo oreja y no cargos ejecutivos reales. No resuelven nada, son mensajeros de problemas y, como dicen los mexicanos, viven en el error porque están fuera del Presupuesto Fiscal.
El militante comunista reemplazará así al RD Miguel Crispi. Este último aparecía como candidato a asumir como ministro del renovado gabinete del Presidente Gabriel Boric, pero terminó siendo destinado al estratégico segundo piso del Palacio de La Moneda.