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    La psicopolítica del cansancio

    La Psicopolítica del Cansancio: Byung-Chul Han y las Heridas Traumáticas del Sujeto Posmoderno

    La crítica de Byung-Chul Han a la sociedad del rendimiento encuentra su profundización psicológica en las teorías del trauma y el apego. Este artículo explora cómo el mandato posmoderno de la auto-optimización y la «autenticidad» explota las heridas nucleares de no sentirse deseado, amado ni protegido en la infancia. La «violencia neuronal» que Han describe—depresión, burnout, ansiedad—se revela como la manifestación de un sistema nervioso crónicamente desregulado por traumas tempranos, atrapado en estrategias de supervivencia que el neoliberalismo convierte en imperativos sociales. Frente a la auto-explotación, la sanación requiere un camino de reconexión corporal y relacional, desactivando estos mandatos internalizados para restituir una identidad basada en la seguridad y no en el rendimiento.

    La Paradoja Posmoderna: Libertad que Oprime

    Vivimos en la era del «empresario de uno mismo». Como señala Byung-Chul Han, la coerción ya no proviene de un régimen externo opresor, sino de una auto-coacción por la productividad y la optimización personal. La premisa posmoderna, sintetizada por Lipovetsky, es «vivir libremente sin represiones, escoger íntegramente el modo de existencia de cada uno». Esta «presión para ser auténtico» nos obliga a distinguirnos radicalmente de los demás, atomizando el espacio social y sumiéndonos en una «introspección narcisista».

    El sujeto posmoderno, henchido de sí mismo, se somete al «fascismo del yo». Creemos ser «un proyecto libre que constantemente se replantea y se reinventa», pero esta libertad es explotada por lo que Han denomina «Psicopolítica»: un poder inteligente que, en lugar de reprimir, dirige nuestra voluntad a su favor. La consecuencia es una auto-agresividad sorda, un «infarto del alma» donde el exceso de rendimiento deviene en burnout y depresión. Esta es la «violencia neuronal»: una violencia que emana desde dentro, ante la cual no hay reacción inmunitaria posible porque no hay un «afuera» al que resistirse.

    Los Cimientos Traumáticos del Narcisismo Posmoderno

    ¿Por qué este mandato de auto-optimización nos resulta tan destructivo? La respuesta yace en las heridas invisibles del trauma temprano y el apego. La psiquis traumatizada, según el modelo de Franz Ruppert, se fragmenta en tres partes:

    1. La Parte Sana: El núcleo resiliente capaz de autorregulación y contacto auténtico.

    2. La Parte Traumatizada: Donde se aíslan las emociones insoportables (miedo, dolor, rabia, vergüenza) de las experiencias abrumadoras.

    3. Las Estrategias de Supervivencia:

    Mecanismos psíquicos para evadir el dolor, como la disociación, la negación, la idealización o la creación de un falso yo.

    La «tríada fatal» del trauma temprano—no ser deseado, no ser amado y no ser protegido por las figuras de apego—es particularmente devastadora. Un niño que no experimenta la sintonía segura y la reparación consistente de sus estados de desregulación (al menos en un 30% de las veces, según los estudios de apego) desarrollará un apego inseguro. Su sistema nervioso, guiado por la Teoría Polivagal de Stephen Porges, se calibrará para la defensa: hipervigilancia (simpático), colapso (vagal dorsal) o estrategias de complacencia y búsqueda de logros (una forma de activación simpática socialmente aceptable) para asegurar el vínculo.

    Estas estrategias de supervivencia son la base del «narcisismo posmoderno». El mandato social de «encontrarse a sí mismo» y «optimizarse» es, en realidad, la explotación sistemática de una estrategia de supervivencia: la búsqueda desesperada de valor y amor a través del rendimiento y la autenticidad exhibida. La compulsión por la productividad no es más que la actualización de un patrón de apego inseguro que dice: «Si rindo lo suficiente, tal vez sea digno de existir». La «libertad» posmoderna nos encierra en la rígida jaula de este yo superviviente, desconectado de su cuerpo y de los demás.

    El Cuerpo Sabe Lo Que la Mente Niega: Trauma y Encarnación

    Bessel van der Kolk afirma que «el cuerpo lleva la cuenta». El trauma no procesado no es un recuerdo narrativo, sino una memoria implícita almacenada en el cerebro límbico y el sistema nervioso periférico. Se manifiesta como síntomas físicos (enfermedades autoinmunes, dolor crónico), reactividad emocional desbordante y una dificultad crónica para sentirse seguro en las relaciones.

    La Teoría Polivagal explica por qué: un sistema nervioso crónicamente desregulado queda atrapado en estados de defensa. El nervio vago ventral, responsable de la conexión social y la calma, queda inhabilitado, predominando la movilización simpática (ansiedad, pánico, ira) o la inmovilización vagal dorsal (desconexión, depresión, colapso). La persona traumatizada vive en un estado de «neurocepción» alterada, donde el mundo es percibido como una amenaza constante, incluso en ausencia de peligro real.

    En la sociedad del rendimiento, este estado de hiperactivación se normaliza y explota. La ansiedad se medicaliza o se espiritualiza como «combustible para el crecimiento», ignorando su origen en una herida de apego y una desconexión corporal. El individuo, exhortado a «pensar en positivo» y a «superarse», se ve obligado a negar su propia biografía traumática, profundizando la escisión entre su yo social (la estrategia de supervivencia) y su yo traumatizado.

    Hacia una Sanación Relacional y Encarnada

    La curación de esta fragmentación no puede darse en el mismo plano que la genera. No se trata de optimizar la estrategia de supervivencia, sino de desactivarla y permitir la integración de las partes escindidas. Desde el psicoanálisis relacional, se enfatiza que el self se constituye en y a través de las relaciones. La sanación, por tanto, requiere una experiencia relacional correctiva: un vínculo terapéutico seguro que ofrezca la sintonía y la contención que no se recibieron en la infancia.

    Enfoques como la Terapia de Psicotrauma Orientada a la Identidad de Franz Ruppert proponen un camino claro:

    1. Crear Seguridad: Establecer un campo de seguridad neuroceptiva (activando el sistema vago ventral) donde sea posible bajar la guardia.

    2. Identificar las Partes: Diferenciar la parte sana, las estrategias de supervivencia y la parte traumatizada, sin juzgarlas.

    3. Facilitar la Integración: Permitir que la parte sana del adulto actual contacte con y valide el dolor de la parte infantil traumatizada, integrando las emociones y sensaciones corporales previamente disociadas.

    Métodos que trabajan directamente con la fisiología, como los basados en la Teoría Polivagal, el yoga traumasensible o el brainspotting, ayudan a descongelar la memoria traumática almacenada en el cuerpo, regulando el sistema nervioso y restaurando la capacidad de conexión.

    La salida de la jaula dorada del yo posmoderno no es una mayor introspección narcisista, sino un movimiento hacia afuera y hacia adentro simultáneamente: hacia la reconexión con un cuerpo sentido (y no explotado) y hacia la construcción de vínculos auténticos donde la vulnerabilidad no sea una amenaza, sino la base de una comunidad genuina. La verdadera libertad no es la ausencia de límites, sino la capacidad de habitar la propia existencia desde un lugar de seguridad interna y pertenencia relacional.

    Bibliografía:

    · Bowlby, J. (1998). El apego y la pérdida. Vol. 1: El apego. Barcelona: Paidós.

    · Han, B.-C. (2012). La sociedad del cansancio. Barcelona: Herder.

    · Han, B.-C. (2014). Psicopolítica: El neoliberalismo y las nuevas técnicas de poder. Barcelona: Herder.

    · Han, B.-C. (2015). La agonía del Eros. Barcelona: Herder.

    · Lipovetsky, G. (1986). La era del vacío: Ensayos sobre el individualismo contemporáneo. Barcelona: Anagrama.

    · Porges, S. W. (2017). La teoría polivagal: Fundamentos neurofisiológicos de las emociones, el apego, la comunicación y la autorregulación. Barcelona: Eleftheria.

    · Ruppert, F. (2017). Trauma y apego: Una aproximación desde la teoría de la disociación estructural. Madrid: Desclée De Brouwer.

    · Ruppert, F. (2020). Amor simbiótico y deseo auténtico: Cómo salir de los traumas familiares. Madrid: Desclée De Brouwer.

    · Van der Kolk, B. A. (2022). El cuerpo lleva la cuenta: Cerebro, mente y cuerpo en la superación del trauma. Barcelona: Eleftheria.

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