Curauma no es solo un desarrollo inmobiliario. Es una visión de futuro que podría jugar un positivo rol como un polo turístico y cultural en el desarrollo económico del Gran Valparaíso. Así lo destaca un reciente sondeo de la empresa SignosAnalytics que señala que un 77.7% de los encuestados cree que, con apoyo financiero y voluntad política de las autoridades, podría ser una gran inyección para la economía de toda la región.
Este proyecto conocido mayormente como una inversión inmobiliaria #Curauma S.A, adquirió desde un principio un gran potencial como la zona de articulación urbana entre Viña y Valparaíso, y donde esta última ciudad podía crecer sin restricciones de espacio. En la medida que el proyecto urbanístico avanzó se confirmó la visión de sus creadores y ya los beneficios trascienden a los residentes locales y se transforman en una innovación para la rearticulación urbana y nuevas expectativas de crecimiento equilibrado entre el puerto y sus otras actividades turísticas y de servicios.
Uno de estos aspectos es el aprovechamiento de sus atractivos naturales, entre ellos varias lagunas y embalses rodeadas de bosques en las espaldas de los cerros que miran la bahía, (Lago Peñuelas, Tranque La Luz, Laguna Las Cenizas) aptas para el desarrollo de actividades familiares o deportivas como el remo, el canotaje, el ciclismo de circuitos cortos o de paseo, senderismo, y otros, a condición de que se desarrolle una política de fomento adecuada.
El Tranque La Luz tiene un borde costero espléndido desaprovechado, con un edificio del Comité Olímpico de Chile que permanece cerrado; la Armada tiene una Casa de Botes, y varios clubes locales de remo sus sedes. Pero todo falto de cuidado y mantención.
Pero los espacios verdes de la zona ofrecen oportunidades inigualables para actividades recreativas y eventos al aire libre, que podrían posicionar a Curauma como un destino turístico preferido en el interior cercano de la ciudad puerto.
La habitabilidad de excelente calidad (unas 40 mil personas ya viven permanentemente en la zona urbanizada notable, y con oferta inmobiliaria para todos los segmentos de ingresos) demanda de inversiones en sectores como hotelería, gastronomía y el entretenimiento, además de instituciones de educación. Pese a ya existen colegios y una universidad de excelencia tiene un campus sólidamente instalado. En su zona centro de servicios Curauma tiene la aptitud de un gran escenario espacial a la espera proyectos culturales que requieren de espacios amplios.
Con un gran potencial de crecimiento futuro (un 49.5% de los encuestados ha considerado mudarse a Curauma y un 59.6% está dispuesto a hacerlo si tuviera la oportunidad), resulta evidente que ese desarrollo, unido al deportivo y turístico, tendría gran impacto en el empleo local, favorable a la contigua Placilla, signada por el desorden urbanístico y la pobreza urbana.
En una valoración urbana responsable -dice Manuel Millones– quien ha sido consejero regional por muchos años, Placilla es el ejemplo del pasado, de un crecimiento anárquico basado en la agregación y la precariedad, mientras Curauma es la visión del futuro, de una ciudad inteligente, y con la calidad de hábitat que desea la gente. La principal tarea, dice, es de la Municipalidad de Valparaíso junto con el Gobierno Regional.