Por 66 votos a favor 54 en contra y 14 abstenciones, la Cámara de Diputadas y Diputados rechazó la admisibilidad de la acusación constitucional en contra del ministro de la Corte Suprema, Jean Pierre Matus.
El libelo había sido presentado transversalmente por diez diputadas y diputados de los comités DC, PPD, PS, FA, PC-FRVS-PAH y Mixto Radical Liberal. Esto por el supuesto incumplimiento significativo y reiterado de los deberes y obligaciones propias de un ministro de la Corte Suprema.
Ante la Sala expuso el diputado Erik Aedo (DC), en representación de los acusadores. Señaló que las acusaciones constitucionales son siempre un proceso difícil, porque implican que alguien vulneró un mandato de la Constitución. Añadió que las y los legisladores están en “la encrucijada de definir (…) cuál será el estándar de honestidad y transparencia que exigimos, como ciudadanos, a nuestras autoridades. Decidir si esperamos que los altos cargos nos mientan “mucho, poquito, o nada””.
Agregó que el actuar del ministro Jean Pierre Matus no es un error, sino que este “decidió mentir de manera reiterada en medios de comunicación (…) que no había comunicaciones por WhatsApp con el señor Hermosilla”.
“Podemos no hacer nada, hacer vista gorda a las faltas a la honestidad y probidad (…) asumiendo falsamente que mientras no nos afecte directamente no hay un daño real”, enfatizó el diputado Aedo.
El diputado criticó que la defensa pretenda instalar que esta acusación es una persecución política y que socava el estado democrático. “Realizar acciones que contemplan la Constitución y las leyes en ningún caso pueden significar un detrimento de nuestra democracia. Lo que socava el estado de derecho es, precisamente, que un ministro mienta con publicidad y, por tanto, falte a la probidad”, puntualizó.
En representación de Jean Pierre Matus, quien estuvo presente en el hemiciclo, expuso el abogado Luciano Fouillioux. En sus argumentaciones, entregó diversos datos del magistrado, particularmente, los referidos a su carrera profesional. Asimismo, relevó su compromiso con la probidad, como estaría demostrado en diversas acciones al interior del propio Poder Judicial y que constaría en que nunca ha tenido una queja disciplinaria.
Comentó que el notable abandono de deberes es de derecho estricto, tal como ratificaron en la comisión informante todos los constitucionalistas que entregaron su testimonio. Acotó que acá se hace un cargo utilizando un artilugio argumentando una supuesta mentira que no es tal.
“Me consta que el ministro Matus no ha mentido. No tuvo relación que no fuera profesional con Luis Hermosilla”, sino solo asesoró a este último durante la defensa realizada al entonces ministro Andrés Chadwick, acotó.
Recordó que el magistrado nunca desconoció sus conversaciones con Hermosilla y que solo cometió un error respecto del medio en que se realizaron los contactos. Dicho punto lo remarcó el propio Matus en el espacio de la duplica. Por otra parte, ambos resaltaron que el hecho se reconoció tan pronto se le informó que la vía de comunicación fue por chat.
Fouillioux criticó que los acusadores agreguen como nueva causal el que no se inhabilitara en una causa, aduciendo cierto compromiso con una de las partes. Al respecto, reveló que en dicha acción el resultado de la Sala fue unánime. Se trató, así, de un caso donde participó un abogado con quien no guardaba relación comercial ni de sociedad, sino con quien había tenido “una comunidad de techo”.
El abogado Fouillioux afirmó que acá hay una persecución política. Aclaró que Matus presentó – en un acto que es de carácter voluntario- el mayor número de personas inscritas como relacionadas. Y que, en dicho listado no están ni Hermosilla ni Chadwick porque no guarda ninguna relación con ellos. Matus agregó que tampoco hubo intervención de ninguno de ellos en su nombramiento.