Rodrigo Topelberg, quien está cumpliendo arresto domiciliario total en el marco del Caso Factop, relató a «Meganoticias Ahora», cómo fue su encuentro con Luis Hermosilla en la cárcel Capitán Yáber la semana pasada cuando recibió al ahora formalizado por la justicia.
El ingeniero en administración de empresas, que reconoció haber difundido el registro que abrió el Caso Audios y que dejó en prisión preventiva a Leonarda Villalobos y Luis Hermosilla, detalló -además- cómo difundió el audio.
«Me lo muestra por unos breves segundos. No lo podía creer, no puedo escucharlo. Ella iba a mi casa e insistía que lo escuchara, pero yo anímicamente no podía… Era demasiado fuerte escuchar la risa de Daniel Sauer, la traición, los ilícitos, la confabulación. Pese a un problema gigantesco en el que me exculpaban al decir que no me tenían que decir, era muy fuerte escuchar todo eso», expresó.
Señaló que «la primera vez lo escucho una vez y, luego de que pongo mis querellas, hago una autodenuncia a la CMF, una denuncia al Servicio de Impuestos Internos y solicitó al Ministerio Público declarar, que me ayuden, colaborar con ellos, lo que no tuvo éxito. Ya después con el tiempo lo fui escuchando muchas veces, pero después de que lo escucho por primera vez pasó un mes sin escucharlo».
El ingeniero contó que «Leonarda estaba muy preocupada porque ella había invertido también plata en Factop… Y me empieza a decir que hay facturas falsas y cosas así. Yo nunca la pesqué mucho porque es súper mentirosa (…) y yo le dije ‘dame una prueba’ y ahí es cuando me trae este audio»
«Yo estaba preocupado por la falta de liquidez (…) y ella como una mosca me hablaba de unas facturas ideológicamente falsas, que ni siquiera entendía lo que eran, tuve que después entender», sostuvo.
Agregó que «es difícil probarlo». «Yo no cometí ningún ilícito y no hay ninguna prueba de que yo lo haya cometido».
La filtración del audio
Sobre la difusión del polémico audio, relató que «habían pasado tres meses que yo había hecho la denuncia en el Ministerio Público y no tenía respuesta, no se estaban moviendo. Mis abogados me decían que la causa era secreta, pero tenía de alguna manera que ejercer presión».
Topelberg contó que para esto se consiguió «un teléfono de prepago, sistema Android, comprado en efectivo. Yo temía mucho por las repercusiones que podía haber por esto, pese a que era obvio que era yo, si soy el único que se beneficia en ese audio. Pero igual traté de hacerlo anónimo y de la mejor manera».
Posteriormente, según contó, se consiguió un número de WhatsApp del Reino Unido y convirtió el registro en MP3, hizo tres enlaces y los envió. El nombre del mensaje era «némesis», sobre el cual detalló que lo eligió por «un poco de melodrama, la verdad es que estaba un poco abrumado ahí, y un poco de mitología para darle dramatismo».
Topelberg también contó que se encontró con Luis Hermosilla en el penal «el último día». «Yo llegué, lo miré y le dije ‘bienvenido a Yáber don Santanás’, o algo así le dije, y él me entró altiro ‘Hola, ¿cómo estás?, ¿cómo has estado?’ y le dije ‘encerrado’. Yo lo confronté».
«Yo lo metí ahí, pero yo veo a la persona que confabuló en mi contra. Y traté de formar una distancia y confrontarme a él y no hubo cómo, la manipulación llegó altiro, me empezó a pedir consejos y dije ‘aquí vamos de nuevo’. Le seguí la corriente y tenía fe de que iba a salir (de prisión)», recordó.