A los 88 años falleció Alain Delon, considerado el actor francés ícono de los años 60 y 70, y para algunas personas el más sexi del siglo XX.
Brigitte Bardot, también icono de los años sesenta, le definió como «Un águila con dos cabezas… la mejor y la peor», al comentar su talento y su misoginia, la que alguna vez confesó.
Entre las películas que interpretó se cuentan «Mediodía púrpura», «El leopardo», de Luciano Visconti e interpretó el rol de asesino a sueldo en «El samurái» de 1967.
Las aventuras amorosas
France24.com relata que «Muchas de ellas acabaron en tragedia, como su larga y tormentosa relación con la actriz alemana Romy Schneider, con la que protagonizó ‘La piscina’ (1969).
“El amor de mi vida” -como la llamaba Delon en repetidas ocasiones- fue encontrada muerta en su casa a los 43 años». “Me programaron para el éxito, no para la felicidad. Las dos cosas no van juntas”, dijo Delon, que afirmaba haberse definido siempre a través de las mujeres.
Sus vínculos con la extrema derecha
Su complicada vida privada le mantuvo en los titulares. Fue detenido en 1968 después de que su antiguo guardaespaldas, Stevan Markovic, fuera encontrado con una bala en el cuello.
La policía sospechaba que Markovic había tenido una aventura con Nathalie, la mujer de Delon, en un caso que captó la atención de todo el país. Antes de que el caso quedara definitivamente sin resolver, uno de los amigos gángster de Delon pasó un año en prisión acusado del asesinato, antes de ser liberado.
Delon abandonó el cine en torno al año 2000, apareciendo sobre todo en televisión, aunque fue tentado a volver a la gran pantalla para interpretar a Julio César en una película de ‘Astérix’, en 2008.
En los últimos años, se convirtió en una figura polarizadora por su apoyo al ultraderechista Frente Nacional (posteriormente rebautizado como Agrupación Nacional), a cuya fundadora, Jean-Marie Le Pen, llamaba “querida amiga”.
En 2016 suscitó una nueva polémica al salir en defensa de la exministra Nadine Morano, que declaró que Francia era un “país de raza blanca” que no quería ver convertido en musulmán.
En junio de 2019 sufrió un derrame cerebral y desde entonces rara vez abandonó su finca en la región central francesa de Loiret.