«Tenemos el desafío de recomponer las confianzas, de lograr la unidad y trabajar por el progreso de Chile». Con esas palabras asumió la presidencia del Senado, José García Ruminot, luego que se rompiera el acuerdo de gobernabilidad suscrito por cuatro años en la Cámara Alta.
García surgió entre los parlamentarios de derecha y Demócratas (Rincón y Walker), con lo cual obtuvo 27 votos, superando los 23 del candidato del oficialismo, el PPD, Pedro Araya, a quien el acuerdo suscrito el año 2022 le otorgaba el mandato de modo alternado.
La vicepresidencia fue cedida por el Evopoli Luciano Cruz Coke, al Demócrata Matías Walker, quien obtuvo 25 votos en una votación que no tuvo oponentes.
Entre las reacciones del oficialismo, la senadora Loreto Carvajal, jefa de bancada del PPD, dijo que «no hemos perdido la dignidad, y me reúso a ser parte de esta hipocresía», mientras que el RN, Francisco Chahuán sostuvo que «Matías Walker es un tremendo senador, que hará una gran gestión junto con José García».
El senador Fidel Espinoza lamentó «esta votación espuria, que termina con el promotor directo en la vicepresidencia». En tanto, el DC Francisco Huenchumilla comparó a Frei Montalva que abandonó la derecha, el partido Conservador. «Hoy día, 84 años después, en pleno siglo veintiuno, tu vuelves a la derecha, retrocedes en la historia», dijo mirando a su lado a Walker. En un tono similar, el senador José Miguel Insulza, PS, sostuvo que Matías Walker, «con la conducta que ha tenido hoy no es digno de tener ningún cargo en este Congreso».
En la derecha, Felipe Kast salió en defensa del parlamentario de Demócratas: «El ex Presidente Frei Montalva también estaría muy decepcionado viendo a la DC pactando con los comunistas o el Frente Amplio».
Sobre los motivos que la derecha argumentó para no respetar el acuerdo, entre otros endosándole al oficialismo no ponerse de acuerdo en el nombre de quién asumiría la presidencia y no haber llegado a tiempo con una oferta para Ximena Rincón en la Comisión de Hacienda, el senador Ricardo Lagos Weber, entregó su versión: «Es impresentable cuando le nace la oportunidad, como le nació a la derecha, de tener dos votos más, tiran todo por la borda con una excusa mala. Podría no haber llegado el acuerdo a la hora exacta, pero si el objetivo era que la senadora Rincón estuviera en la Comisión de Hacienda, se le ofreció antes de la votación y no lo aceptó, ¿por qué? Porque ustedes ya tenían tomada la decisión, una derecha reaccionaria».
El senador Daniel Núñez, de la misma región de Walker, dijo que el pacto de la derecha «ya estaba acordado, por eso cuando le llevan a Matías Walker el acuerdo para la firma él se niega, por ello les pido que tengan la decencia de decir la verdad». «Agregó que «lamento que el senador Walker se haya prestado para esta jugarreta, hoy día no da la confianza, para él la palabra empeñada carece de valor. No me imagino a lo que podemos llegar mañana».
La senadora independiente por Aysén, Ximena Órdenes, lamentó el término de los acuerdos en el Senado: «¿Cómo vamos a dar respuesta a la Reforma de Pensiones?», y usted», dijo dirigiéndose al presidente del Senado, «lamento porque veía en usted una persona que daba garantías, en particular con su bancada (UDI)».
Su par, la presidenta del Partido Socialista, Paulina Vodánovic, apuntó a «la pérdida del pudor, la honestidad, la decencia, el recato, la integridad y el honor. Hoy vimos una operación política de la derecha con Demócratas incluidos».
Matías Walker cerró el debate y dijo tener «mucha tranquilidad y humildad», tras aceptar la votación de 25 votos, sin comentar las acusaciones que recibió de sus pares.