La Superintendencia de Salud fijó el alza a los planes de salud privada en un 7,4%, el triple en comparación a las registradas durante el 2023.
Es a partir de marzo que los cotizantes podrán sentir esta alza en sus planes de salud, que según Índice de Costos de la Salud (ICSA) publicó en el Diario Oficial el pasado 20 de febrero.
En esta oportunidad el proceso fue distinto, en el pasado las isapres informan a la Superintendencia en el mes de marzo, la autoridad revisa los argumentos y las alzas se aplicarían en el mes de julio.
Este año la subida se adelanta para marzo. Además, el cálculo esta vez es distinto, ya que no incluye los cosos de Fonasa, debido a esto el límite es mayor.
Pese a lo anterior, se adelanta que durante el 2025 el alza podría efectuarse en septiembre, con fin de compensar el adelantamiento del alza de este año.
Todo esto, en el contexto de la discusión de la ley corta de isapres cuya discusión se retomará en el Congreso en marzo.
Lo anterior en el contexto del fallo de la Corte Suprema que obliga a las isapres adecuarse a la tabla única de factores y devolver a los afiliados los cobros realizados en exceso.
Desde la Superintendencia de Salud señalaron que las isapres tendrán desde el 1 al 10 de marzo, para comunicar a sus afiliados y empleadores el porcentaje de adecuación precio base que será descontado de las remuneraciones a partir de marzo de 2024.
Considerando que los costos operacionales de las isapres sean superiores al ICSA, estas solo podrán adecuarse hasta un 7,4%, siendo este el límite informado por la Superintendencia de Salud.
En caso de que algún afiliado no esté de acuerdo con el alza aplicada por su isapre, tendrá plazo hasta el 31 de mayo de 2024 para solicitar a su aseguradora un cambio de plan.
Ante esto, los planes deben ser equivalente al precio base que tenía antes de ser aplicada el alza, poniendo término al contrato y suscribiendo una carta de desafiliación.
Finalmente, los usuarios también podrán ingresar un reclamo en la Superintendencia de Salud