La noche del viernes puso las alertas y la madrugada del sábado Vladimir Putin enfrentó la sublevación de fuerzas militares privadas que estaban en pugna con el Ministerio de Defensa de la Federación Rusa, y se temió que se desatase una guerra civil. El Presidente ruso y el jefe de los sublevados, Yevgeni Prigozhin, cruzaron declaraciones que advertían un conflicto fratricida.
El general Sergei Surovikin, jefe adjunto de las fuerzas rusas en Ucrania, emitió un comunicado por televisión llamando a los generales del Grupo Wagner, liderado por el mercenario Prigozhin, a dialogar y respetar al Presidente Putin, y a retornar a sus posiciones de combate. Lo hizo con una metralleta en la mano.
Las fuerzas mercenarias, que tienen un historial de 20 años y que se estima van desde 10 mil a 60 mil efectivos, rodearon primero la ciudad rusa de Rostov, a unos cien kilómetros de la frontera con Ucrania, donde tiene sede el Ministerio de Defensa. Ocho horas después tomaron Voronezh, a 500 kilómetros de Moscú.
A media mañana fue el propio Vladimir Putin quien, en un discurso a la Nación, llamó a repeler los ataques enemigos. «Hago también un llamado a los que engañosamente fueron arrastrados a la aventura criminal, empujados al grave delito de motín armado», dijo en su discurso que denotaba su desesperación, tanto por perder el control de Rusia como por perder la guerra contra Ucrania.
Yevgeni Prigozhin declara la guerra: «Nadie se va a rendir».
El líder mercenario del Grupo Wagner declaró a través de la red social Telegram que «el Presidente estaba profundamente equivocado sobre la traición de la patria; somos patriotas de nuestra patria. Luchamos y seguimos luchando. Todos los luchadores de Wagner PMC. Nadie se va a rendir a petición del Presidente, del Servicio Federal de Seguridad ni de nadie más, porque no queremos que el país siga viviendo en la corrupción, el engaño y la burocracia».
Luego repasó las traiciones que han enfrentado como Wagner. «Cuando estábamos luchando en África, nos dijeron que necesitábamos África y después de eso fue abandonada porque robaron todo el dinero que se suponía que iba a ayudar. Cuando nos dijeron que estábamos en guerra con Ucrania, fuimos y luchamos. Pero resultó que la munición, el armamento, el dinero que estaba destinado a este propósito también fue robado».
Prigozhin aseguró que están siendo atacados «con aviones y helicópteros las columnas donde se mueve la gente pacífica. Están golpeando, porque están perdiendo los objetivos, están golpeando siempre que pueden. Somos patriotas. Y los que se oponen a nosotros hoy son los que se han reunido alrededor de la escoria».
Apareció Lukashenko
Previo acuerdo con Putin, el Presidente Bieloruso, Alexandr Lukashenko, mantuvo conversaciones con Prigozhin, quien se mantuvo en el cuartel general tomado horas antes en Rostov.
El Grupo Wagner detuvo su avance luego que Yevgeni Prigozhin aceptara la mediación del Presidente bieloruso, ante la posibilidad de desatar una masacre en el territorio de Rusia.
En un nuevo audio de Yevgeni Prigozhin, se pregunta:
«¿Por qué el país nos apoya? Porque fuimos con una Marcha por la Justicia. Nos golpearon, primero con artillería, luego con helicópteros. Salimos sin disparar un solo tiro, no tocamos un solo guión. No matar a una sola persona en nuestro camino».
«Llegamos a Rostov, capturamos el edificio de los cuarteles generales. No interferimos con el trabajo de una sola persona», aseguró.
Luego afirmó que «en las calles, la gente despliega banderas de PMC Wagner. En las tiendas, cuando los chicos van allí, la gente pide pagar por ellos porque quieren hacer algo bueno. Se expresan con palabras de elogios».
Prigozhin dijo que llegaron hasta 200 kilómetros de Moscú y que se devolvieron para no derramar sangre.
«El caso penal que le fue abierto será cerrado y él (Prigozhin) se irá a Bielorrusia», afirmó por la noche moscovita el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.
Peskov afirmó, según la agencia TASS, que los otros «wagneritas» que fueron parte de la rebelión debido a sus «méritos en el frente» no enfrentarán represalias. Incluso, podrán firmar contratos con el Ministerio de Defensa, sostuvo.
Es raro que no se disparase una sola bala. Habrá que esperar si Putin se resiente en su liderazgo. No en vano esta lucha es entre oligarcas, pues Prigozhin es un multimillonario y su ejército privado lo seguirá siendo. O si a sus 63 años se la toma con calma y se reserva para reemplazar al gobernante en las elecciones. En tal caso, deberá fijarse en lo que come, por lo demás es de oficio Cheff.