ECUADOR: Muerte cruzada, el hipotético salvataje de su crisis política

(Fuente BBC)

La crisis política de Ecuador tiene al presidente Guillermo Lasso entre la espada y la pared. La acusación política en contra suya, iniciada este martes en la Asamblea Nacional, tiene tres opciones: que se salve de ser destituido si los acusadores no logran los 92 votos de apoyo de un total de 137; que sea enjuiciado y destituido, y deba dejar el poder en manos del vicepresidente; o que, en una jugada de última hora, decrete la muerte cruzada disolviendo la Asamblea y llamando a elecciones anticipadas presidenciales y legislativas en un plazo de seis meses.

El procedimiento que se introdujo en la Constitución de 2008 -bajo el gobierno de Rafael Correa- nunca se ha aplicado, y se considera que Lasso tendría ya poco espacio para invocarlo por su bajo apoyo político y la crisis de inseguridad del país.

Al Lasso se le acusa de «peculado» (malversación de fondos públicos) por actos de corrupción de funcionarios de su gobierno y con su conocimiento, consistentes en contratos fraudulentos de transporte de petróleo. El mandatario sostiene que esos contratos se firmaron durante el anterior gobierno de Lenín Moreno (2017-2021), y que él solicitó a la Contraloría una revisión de estos.

La acusación está en su recta final encabezada por Viviana Veloz, del partido Unión por la Esperanza (UNES), que lidera el expresidente Rafael Correa, asilado en Bélgica y con condenas pendientes por corrupción en Ecuador. Este, según los analistas, sería el partido más beneficiado electoralmente, pues en un ambiente de desorden e inseguridad podría recuperar el poder a corto plazo, sin tener que esperar el término constitucional del actual mandato, en este caso en manos del vicepresidente si Lasso es destituido.

Con todo, sea con muerte cruzada u otra opción, el futuro inmediato del país no parece tranquilo o auspicioso.  Ya movimientos indígenas advirtieron de movilizaciones si esto sucede, y podrían sumarse otros colectivos políticos y sociales.

Y es que, según observan analistas, es escenario conflictivo no se va a resolver, sino agudizar, pues los ecuatorianos «observan con mucha distancia el juicio político y están más pendientes de su realidad cotidiana, marcada por la situación de inseguridad que vive el país, la corrupción y el empeoramiento de los servicios públicos, entre otras cosas».

Tras el debate parlamentario iniciado este martes, la Asamblea deberá convocar al pleno en un plazo de cinco días para votar la moción de censura contra el presidente y exbanquero de 67 años que gobierna el país desde mayo de 2021.