Más de 200 manifestantes que estaban dentro de una importante universidad pública en Lima fueron detenidos este sábado luego de que la policía entrara al centro educativo para desalojarlo.
El hecho sucede dos días después de la denominada «toma de Lima», en la que manifestantes de diferentes puntos del país acudieron a la capital peruana para protestar contra el gobierno de Dina Boluarte, quien sucedió al presidente Pedro Castillo luego de que el pasado 7 de diciembre anunciara la disolución del Congreso y el establecimiento de un gobierno de emergencia y, como consecuencia, fuera destituido y arrestado.
El coordinador del equipo de prevención del delito de la Fiscalía, Alfonso Barrenechea, dijo a la radio local RPP que la policía informó de la detención de 205 personas en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
«La información que ha sido remitida por la policía al Ministerio Público es que ellos han actuado en flagrancia en dos hechos: un ingreso a la sede universitaria sin autorización de las autoridades y una presunta sustracción de una serie de bienes electrónicos», sostuvo.
De acuerdo a lo informado por la universidad en un comunicado, manifestantes ingresaron al edificio en la noche del viernes con sus rostros cubiertos, le quitaron los chalecos y equipos al personal de seguridad que había dentro y los expulsaron.
En la convocatoria para el pasado jueves a «la toma de Lima», lanzada por las diversas organizaciones y colectivos que exigen la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y elecciones generales para renovar el Ejecutivo y el Congreso, continuó la violencia desatada en el país desde la destitución de Castillo y manifestantes y policías antidisturbios se enfrentaron en las avenidas centrales de la capital.
Ese día, el primer ministro Alberto Otálora anunció la extensión del estado de emergencia a todo el país, incluido Lima, lo cual restringe algunos derechos civiles.
Las autoridades anunciaron este sábado que otro manifestante había muerto luego de protestas en la región sureña de Puno, donde estaciones de policía fueron incendiadas.
En las últimas seis semanas murieron al menos 50 personas en las manifestaciones en lo que se ha calificado de represión policial.
La Unión Europea (UE) condenó la violencia generalizada y lo que calificó como uso «desproporcionado» de la fuerza por parte de la policía.
«La UE hace un llamado al gobierno y a todos los actores políticos a tomar medidas urgentes para restaurar la calma y garantizar un diálogo inclusivo con la participación de la sociedad civil y las comunidades afectadas como salida a la crisis», dijo en un comunicado difundido este sábado.
Asimismo, el gobierno de Perú cerró este sábado y por tiempo indefinido la ciudadela inca de Machu Picchu, uno de los principales sitios turísticos del país, y el Camino del Inca que conduce al lugar debido a las protestas.
Se cree que cientos de personas, en su mayoría extranjeros, quedaron varadas.
El mes pasado, en un bloqueo previo de Machu Picchu, las autoridades tuvieron que rescatar a cientos de turistas que habían quedado atrapados durante días.
En un comunicado, el Ministerio de Cultura de Perú dijo que quienes ya compraron boletos para Machu Picchu podrán usarlos durante un mes después del final de las manifestaciones, o pedir el reembolso del dinero.