Gobierno peruano decreta toque de queda en Puno tras manifestaciones que dejaron 18 muertos

El Gobierno de la presidenta peruana Dina Boluarte declaró un toque de queda nocturno de tres días en la sureña región de Puno, epicentro de las protestas antigubernamentales que el 9 de enero dejaron un saldo de 18 muertos.

«Hemos aprobado en el Consejo de Ministros un decreto supremo que declara la inmovilización social obligatoria (toque de queda) en Puno por el plazo de tres días desde las 20:00 horas hasta las 4:00 de la mañana. Esto en salvaguardia de la vida, la integridad y libertad de todos los ciudadanos de Puno», declaró el primer ministro, Alberto Otárola, aante el pleno del Congreso.

El primer ministro, quien acudió al hemiciclo para el trámite de confirmación parlamentaria de su investidura, agregó que el Gobierno acordó declarar «duelo nacional laborable» para el 11 de enero «en respeto a los caídos» en las protestas, que en menos de un mes suman 47 personas fallecidas, el último de ellos, un policía de Puno que todavía no ha sido identificado.

Otárola mencionó, además, que esta mañana llegó a la región de Puno, colindante con Bolivia, una comisión del Gobierno «multisectorial», integrada por el jefe de asesores del despacho presidencial y varios viceministros, así como media tonelada de insumos médicos y equipos de cirugía que, lamentó, no pueden ser trasladados a los centros de salud de la zona debido a las protestas.

En este sentido, el jefe del gabinete hizo un llamado a las autoridades regionales y a los grupos manifestantes a permitir el paso de las medicinas «por cuestión humanitaria».

Durante la presentación del primer eje de su programa de Gobierno -denominado Paz Social- Otárola lamentó la «pérdida irreparable» de las personas peruanas fallecidas en las protestas, que desde diciembre pasado suman 39 muertes en enfrentamientos directos con las fuerzas del orden, 7 por hechos vinculados a las protestas y el policía cuyo cuerpo fue calcinado esta madrugada. 

«El fantasma de la violencia irracional volvió a servirse en el Perú», declaró tras insistir en su respaldo a las fuerzas policiales. Agregó que «el Ejecutivo responderá con firmeza para contener y anular esta resaca golpista con procedimientos establecidos en la legislación vigente», en alusión al autogolpe fallido del exmandatario Pedro Castillo el 7 de diciembre pasado, tras el cual Boluarte asumió por sucesión constitucional la presidencia del país.

Otárola acudió este martes al pleno del Congreso para pedir el voto de confianza de su gabinete, un día después de la trágica jornada de violencia en Puno, epicentro de las protestas que exigen la renuncia de Boluarte, el cierre del Parlamento, elecciones para 2023 y una nueva Constitución, entre otros reclamos.