El expresidente peruano Pedro Castillo, acusado de «rebelión» y «conspiración», continuará privado de libertad en una base policial después que este martes un tribunal de apelaciones declarara infundada una solicitud para revocar la orden judicial que ordenó su detención.
El juez César San Martín decidió, tras una audiencia virtual, «declarar infundado el recurso de apelación interpuesto por la defensa del investigado», que pedía su libertad antes de que se cumplan los siete días de su detención preliminar ocurrida el 7 de diciembre. El magistrado señala en el fallo que existe riesgo de fuga, ya que Castillo intentó llegar a la Embajada de México para pedir asilo luego de haber sido destituido por el Congreso.
Castillo permanecerá detenido en la sede de la Dirección Nacional de Operaciones Especiales (DINOES) al este de Lima hasta el 14 de diciembre, fecha en que se cumple el plazo de detención preliminar. La resolución judicial abre la vía a la Fiscalía para presentar un pedido de prisión preventiva contra el exmandatario izquierdista por un plazo mayor de tiempo.
En tanto, la vicepresidenta Dina Boluarte llamó «a la calma, a la paz, a que podamos vivir como hermanos», y anunció que, en Consejo de Estado con las Fuerzas Armadas, evaluará declarar el «estado de emergencia a nivel nacional» por las protestas.
El Ejército junto a la Policía patrullan las calles de varias ciudades bajo estado de emergencia. Las violentas manifestaciones contra Boluarte persisten y hay numerosas carreteras bloqueadas en 13 de las 24 regiones del país, según un balance de la Policía.
En Lima, las protestas también se han tornado violentas, con enfrentamientos entre manifestantes y policías en una desigual batalla campal de armas artesanales y piedras contra armas de fuego y gases lacrimógenos.
Varios gremios agrarios e indígenas iniciaron el martes a un «paro indefinido» en demanda de elecciones generales. Su repercusión se desconoce aún, pero ya provocó la suspensión del servicio de trenes entre Cusco y la ciudadela inca Machu Picchu, joya del turismo peruano. El Aeropuerto de Cusco fue cerrado desde el 12 de diciembre luego de que manifestantes intentaran tomarlo.