*Durante muchos años, las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoradas (PFAS) -o «sustancias químicas para siempre»- han entrado en el entorno natural, contaminando el suelo y las fuentes de agua.
Una nueva investigación de la Universidad de Estocolmo ha descubierto que los niveles de PFAS en el agua de lluvia superan ahora los niveles considerados seguros por los organismos de asesoramiento en materia de salud y medio ambiente.
La gente debe ser consciente de cómo los PFAS pueden afectar a su salud en general y tomar precauciones para que se analice su agua potable cuando sea necesario.
Las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoradas (PFAS) -también conocidas como «sustancias químicas para siempre»- son un peligro conocido para la salud humana mundial.
Dado que estas sustancias químicas sintéticas contaminan el medio ambiente natural, incluida el agua potable, las investigaciones vinculan la exposición a las PFAS con problemas de salud, como daños en el hígado, problemas de fertilidad en las mujeres y hombres, diabetes gestacional y ciertos tipos de cáncer.
Cómo terminan los PFAS en el agua potable
Los PFAS se desarrollaron originalmente en la década de 1940. Debido a sus propiedades únicas, como su capacidad para repeler el agua y el aceite y su resistencia a la temperatura. Los fabricantes utilizaron los PFAS en una gran variedad de productos, desde utensilios de cocina antiadherentes hasta cosméticos.
Cuando una fábrica elabora o utiliza PFAS, éstos pueden viajar a través de las aguas residuales y contaminar el agua natural, el suelo y el aire de su entorno. Y, con el tiempo, los artículos que contienen PFAS en los vertederos pueden filtrar las sustancias químicas en el medio ambiente circundante.
Cuando esto ocurre, las sustancias químicas pueden contaminar los alimentos cultivados en el suelo o los arroyos y lagos que alimentan los depósitos de agua potable o donde viven los peces que comemos.
Además, los PFAS pueden viajar por el aire y formar parte de la atmósfera mundial, como demuestran las investigaciones que han encontrado PFAS en el hielo y el suelo del Ártico. Cuando esto ocurre, los PFAS pueden viajar a través del agua de lluvia, contaminando potencialmente las fuentes de agua de todo el mundo.
El doctor Ian Cousins, profesor del departamento de ciencias medioambientales de la Universidad de Estocolmo y autor principal de este estudio, declaró a Medical News Today que su investigación descubrió que los niveles de PFAS en la atmósfera de la Tierra han sido similares durante las dos últimas décadas.
«No están disminuyendo notablemente debido a la gran persistencia de los PFAS y a su capacidad de pasar del océano a la atmósfera», explicó.
Según Cousins, el objetivo principal de este estudio era demostrar que las advertencias sanitarias sobre los PFAS han disminuido hasta el punto de que ya no son alcanzables en la mayoría de los lugares del planeta.
«Hemos tratado de señalar las preocupaciones con los productos químicos sintéticos altamente persistentes en múltiples artículos anteriores; estas preocupaciones son a menudo desestimadas», dijo.
Consultado sobre si había una forma de detener el ciclo global de los PFAS para que dejen de afectar a la atmósfera y, en última instancia, a las fuentes de agua potable, Cousins explicó que todavía no había ninguna solución.
«Sólo podemos limpiar el agua potable en las plantas de tratamiento utilizando tecnologías de tratamiento avanzadas que son muy caras. No podemos eliminar los PFAS del medio ambiente. Sólo tenemos que esperar, y tardará mucho tiempo -del orden de décadas a siglos- para que los PFAS se diluyan gradualmente en las profundidades de los océanos», afirmó.
El problema de los PFAS
La doctora Jane Muncke, directora general de la Fundación del Foro de Envasado de Alimentos de Zúrich (Suiza), y que no ha participado en el trabajo, considera que «no puede ser que unos pocos se beneficien económicamente mientras contaminan el agua potable de otros millones de personas y provocan graves problemas de salud. Las enormes cantidades que costará reducir los PFAS en el agua potable a niveles seguros según los conocimientos científicos actuales deben ser pagadas por la industria que produce y utiliza estas sustancias químicas tóxicas. El momento de actuar es ahora».
Los investigadores buscan actualmente formas de descomponer los PFAS en el medio ambiente. Un estudio realizado a principios de este año descubrió que un microorganismo común era capaz de descomponer una clase particular de PFAS. Un estudio realizado en junio de 2021 también mostró cómo un proceso de intercambio de iones puede ayudar a eliminar los PFAS en las aguas residuales.
Los investigadores también están estudiando el uso de carbón activado como opción para eliminar los PFAS del agua potable.
Además, los gobiernos están empezando a tomar más medidas contra los PFAS. En junio, el gobierno de los Estados Unidos anunció planes para combatir los PFAS en el agua potable estadounidense. Varios estados han promulgado sus propias regulaciones sobre el uso de PFAS.
En 2019, la Comisión Europea también dio a conocer una propuesta para eliminar las sustancias químicas PFAS que será efectiva en 2030.
*Información recogida de cimaterra.org