Temprano este lunes, la Alta Comisonada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, anunció que no postulará a un nuevo período en ese cargo y que regresará a Chile para dedicar más tiempo a su familia, aunque claramente lo hará en un momento clave de falta de liderazgo en la centro izquierda y a menos de tres meses del plebiscito de salida de la Nueva Constitución, cuyo resultado hasta el momento de avizora incierto.
«Como mi mandato de Alta Comisionada llega a su fin, esta 50ª sesión del Consejo será la última en la que me expreso», dijo en su discruso de apertura. Más tarde escribió en su cuenta de Twitter que «es hora de volver a Chile y a mi familia. Pido a los Estados que trabajen juntos para solucionar desafíos en materia de derechos humanos».
El propio Presidente Gabriel Boric tardó escasos 18 minutos en escribirle públicamente por la misma vía: «Bienvenida de vuelta!».
La ex mandataria asumió en 2018 como Alta Comisonada de DD.HH. y ha sido objeto en las últimas semanas de críticas a nivel internacional por su visita a China, que muchos interpretaron como una maniobra propagandítica del gobierno de Xi Jinping para ocultar al mundo la realidad de las violaciones a los Derechos Humanos en el gigante asiático, principalmente respecto de la minoría musulmana iugur. Por supuesto, son hechos que no estuvieron a la vista de la representante de la ONU.
Como sea, Michelle Bachelet es una verdadera factótum, y su sola presencia en el país se volverá en un factor relevante en el actual escenario. ¿Vendrá a reordenar la casa?