Annuntio vobis gaudium magnum: habemus Papam!, “Les anuncio con gran alegría: ¡Tenemos Papa!”. Hace unos instantes, desde el Balcón central de la Basílica de San Pedro, el Cardenal Protodiácono Dominique Mamberti ha pronunciado la esperada fórmula latina, comunicando a Roma y al mundo el nombre del nuevo Sucesor de Pedro:
“Eminentissimum ac Reverendissimum Dominum, Dominum Robertum Franciscum Sanctæ Romanæ Ecclesiæ Cardinale Prevost, qui sibi nomen imposuit León XIV.
Prevost es el 267 obispo de Roma, tiene 69 años y es nacido en Chicago, Estados Unidos. Ha vivido 40 años en Perú, pueblo al que envió un saludo especial en castellano desde el balcón de la Basílica de San Pedro: «Saludo a mis hermanos de Chiclayo», dijo emocionado León XIV.
Hizo recuerdos de su antecesor, Francisco, y señaló que la misión de la iglesia es tender puentes. León XIV fue estrecho colaborador de Mario Bergoglio.
Junto con enviar la bendición Urbi et Orbi, rezó un Ave María, lo que se interpreta como un gesto a las mujeres y a la madre de Cristo.
Es Agustino, estuvo en Chile en visita al colegio San Agustín de la Congregación, se nacionalizó peruano y mantiene su nacionalidad de origen.
El humo blanco
Fue a la cuarta votación la que entregó el papado a Robert Prevost, de origen francés y español. Después de un día y medio de debates en la capilla Sixtina, la votación decantó en el nuevo papa.
Cerca del mediodía en Chile, se apreció el humo blanco desde la chimenea instalada sobre la capilla donde se realizó el Cónclave.
Los 133 purpurados que componen el Colegio Cardenalicio llegaron a concordar el apoyo para Robert Prevost. Una hora después se asomó al balcón el el Cardenal Protodiácono Dominique Mamberti, Habemos Papam.