En una versión preliminar, se indicó que el comisario había sido víctima de un portonazo afuera de su domicilio, el que finalmente no se concretó, ya que su vehículo siguió en el lugar de los hechos.
El crimen ocurrió en el Vale do Javarí, cerca de la frontera con Perú y Colombia, donde se encuentra una reserva de indígenas que son víctimas de ataques por parte de buscadores de oro, narcos y pescadores.