Estos lanzamientos se producen un día después de que Corea del Sur y EE.UU. realizaran maniobras aéreas en las que participaron dos bombarderos estratégicos B-1 del Pentágono, según informó el Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano.
«Nuestra visita es una expresión de la gran importancia que le damos a la asociación entre Corea del Sury la OTAN y hay muchas áreas en las que realmente creemos que una asociación aún más fuerte puede ser de beneficio mutuo», replicó el representante de la Alianza, Jens Stoltenberg.
La vicepresidenta de EE.UU, Kamala Harris, junto a los gobernantes de Japón, Canadá, Corea del Sur, Nueva Zelanda y Australia condenaron este viernes el lanzamiento de un misil balístico intercontinental (ICBM) por parte de Corea
«Todos estos comportamientos son peligrosos y profundamente desestabilizadores», declaró la secretaria de Estado adjunta estadounidense, Wendy Sherman, que pidió al gobierno norcoreano «abstenerse de nuevas provocaciones».
El gobierno de Seúl debió poner en marcha un operativo aéreo para interceptar las aeronaves en caso que hubieran ingresado a su territorio. El hecho se produce durante una semana de alta tensión en la península por las pruebas balísticas que ha llevado a cabo el régimen de Pyongyang.
Las autoridades emitieron una alarma y la orden de evacuar a los residentes de dos regiones septentrionales hacia lugares seguros.
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, consideró el episodio como «un acto de barbarie».