Por Héctor Martínez Díaz
No deben haber caído muy bien en el PS las palabras que Eugenio Tironi pronunció en la entrevista de Reportajes de El Mercurio: “Yo apostaría doble sobre sencillo a que el PS va a respaldar a Carolina Tohá, a la hija de José Tohá, a la hija del principal respaldo de Salvador Allende”, dijo Tironi.
No habrían caído muy bien porque estas denotan cierto nepotismo allendista o que, casi por cuestión de linaje, el PS estaría obligado a apoyar a Tohá. Pero, si es por una suerte de cercanía o “jus sanguinis” con Salvador Allende, en el PS varios militantes pudiesen reclamar el mismo derecho de ser candidata o candidato.
Uno esperaría que en la decisión del principal partido de la centroizquierda chilena primara no el parentesco, sino lo que Carlos Peña destaca en su dominical columna: “La trayectoria, la formación, la inteligencia cívica y la capacidad discursiva”, atributos que, por cierto, Carolina Tohá, tiene de sobra.
Ahora bien, si Eugenio Tironi, estratega astuto como es, busca adelantarse a la campaña presidencial y oponer la candidatura de Evelyn Matthei, hija de un miembro de la junta militar, a la de Carolina Tohá, puede que tampoco sea apropiado, porque después de 50 años es más factible que las personas recuerden la figura del general Matthei reconociendo el triunfo del No en el plebiscito de 1988, que la delgada y espigada figura de ese valiente hombre que fue el ministro José Tohá.
