El misterioso dueño de la marca “Chela”

Por Felipe Saleh

 

César Millán Nicolet es un abogado y aun sindico de quiebras activo en ciertos casos, que se mueve con sigilo entre Madrid y Santiago. Mientras en la capital española circula cerca de un consejo empresarial que reúne a importantes fortunas de Iberoamérica, en Chile su papel es menos glamoroso. Se ha opuesto a distintas inscripciones de marcas asociadas a cerveza, con éxito dispar y ha tenido o tiene participación como síndico en dos controvertidos procesos de quiebra.

En su perfil de la red social Linkedin, César Ernesto Millán Nicolet se presenta como abogado y “asesor especial Europa” de la administradora de fondos Porfolio Capital. Pero en el detalle que muestra el equipo de la firma, especialista en el manejo personalizado de fortunas familiares y que administra activos por unos U$800 millones, el abogado nacido en Santiago en 1966, no aparece en la nómina de colaboradores.

Millán, de 58 años, se presenta también como parte del equipo del estudio de abogados Belzuz, con domicilio en Madrid España. Pero un examen a los registros públicos del bufete, muestra que tampoco figura en el equipo de abogados socios o asociados. La conexión con Belzuz viene desde que Millán participó junto a Enrique Belzuz en el directorio de la compañía textil World Cape SL, que con el nombre de Neomistic vendía ropa especial para practicar yoga. Pero la presencia de Millán en la firma solo se extendió desde marzo de 2014 a mayo de 2015.

Este abogado estudió en la Universidad Gabriela Mistral hasta 1988 y luego partió a la Universidad de Salamanca, donde se especializó en Derecho Internacional financiero, mercantil y tributario. Actualmente tiene dirección en Vitacura, Santiago y en la calle Ruiz de Alarcón cerca del Parque del Retiro en Madrid, aunque ubicarlo en alguno de sus domicilios suele ser una tarea ardua. Recientemente, debió ser notificado por cédula en el domicilio que registra en Santiago, como uno de los demandados en su rol de sindico en la quiebra de Curauma S.A. y luego de una pesquisa que duró semanas pues se negaba a aceptar la notificación personal.

Su trabajo en ambos países se mueve con éxito dispar y rubros distintos como la inversión inmobiliaria y la inscripción de marcas.

Donde sí aparece destacado César Millán Nicolet es en la lista de 36 empresarios de Iberoamérica que integran el Consejo Asesor Internacional del CIAPI, Consejo Alianza por Iberoamérica, un club de empresarios impulsado por el Estado Español para promocionar las inversiones entre la península y sus excolonias. En el consejo directivo del CIAPI hay representantes de grandes conglomerados como la compañía de seguros Mapfre, el grupo de servicios generales Eulen, la constructora Azvi (famosa en Chile por el fallido puente Cau-Cau), la concesionaria de infraestructura OHLA, entre otras.

Millán no es del grupo directivo, pero sí figura en el Consejo Asesor Internacional, donde también está el chileno Carlos Lavín Subercaseaux, director de Inversiones Convento Viejo, el family office que encabeza su padre Carlos Eugenio Lavín, fundador del grupo Penta.

En el caso de Millán, representa a su inmobiliaria, CMN, acrónimo con sus iniciales. Según el Boletín Oficial de Registro Mercantil de España, equivalente al Diario Oficial de Chile, para efectos de registrar una empresa, el chileno es el socio único de la inmobiliaria César Millán Nicolet SL, constituida en 2020 con un discreto capital de 3.100 euros, pero que en mayo de 2021 aumentó su capital en 775 mil euros, quedando con un total de 778.000 euros. Las actividades de la inmobiliaria no son públicas. Pero con eso le basta a César Millán para conectarse con una respetable red empresarial y de conexiones políticas.

El CIAPI está ligado a la Secretaría General Iberoamericana. Su primer presidente fue Enrique V. Iglesias, destacado economista uruguayo, ex director Ejecutivo de la CEPAL y ex presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), entre otros cargos en organismos multilaterales. Iglesias, fue el primer presidente de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) que actualmente preside el excanciller chileno Andrés Allamand.

Además de síndico, con actividades profesionales misceláneas

En Chile, las huellas de César Millán Nicolet, aparecen en el ámbito de la propiedad industrial. Como “empresario con domicilio en calle Espoz, Vitacura”, el abogado aparece presentando una serie de oposiciones de marca, por ser él el dueño de las marcas “Chela” y “Chelita”, que registró desde 2010 a 2030. En esta calidad, mantiene un litigio con la sociedad Rendic Hermanos, (parte de la propiedad de Unimarc) por haberse opuesto Millán a la utilización de la marca “Chelazo” que el supermercado usa para promocionar su venta de cerveza.

El 14 de agosto de este año, el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI) rechazó la oposición de Millán en contra de la marca Chelita Patacona. El 15 de abril de este año INAPI rechazó la solicitud de inscripción que hizo de la marca “Me gusta la fruta”. En 2022 se opuso sin éxito al registro de la marca “El wn de la Chela” pero como se trataba de clases distintas de productos, su oposición fue rechazada.

Igual resultado tuvo Millán con su oposición la marca “Mix Chelada” que fue rechazada por INAPI en 2023, para ello inscribió como su abogado patrocinante a Christian Seeman Rodríguez, abogado jefe de contratos del Grupo Errázuriz.

En 2016 César Millán Nicolet fue designado como liquidador en la quiebra personal de Alberto Chang, el dueño del grupo Arcano, acusado de estafa en la administración de fondos de terceros. De esta quiebra, a partir de que Chang era codeudor solidario de su empresa, los acreedores aún no reciben el total de los créditos, mientras Chang está detenido en Malta. Este caso subrayó la débil regulación en el mercado financiero chileno y la vulnerabilidad de los inversores frente a fraudes sofisticados como el de Arcano.

Millán desde febrero de 2020 ya no figura en el registro de liquidadores de la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimientos (ex Superintendencia de Quiebras). Pero según la ley de quiebras vigente sigue a cargo de los procesos que se mantienen en curso, como el de Chang y la quiebra de Curauma, caso este último en el cual aparece como factor importante de un esquema de fraude denunciado por la empresa insolvente.

La quiebra de la inmobiliaria Curauma S.A, fue decretada en 2013 a partir de una deuda no acreditada de solo $80 millones de pesos, que Julio Bustamante, ex ejecutivo de la misma, habría comprado al BCI solo para constituirse en acreedor y solicitar la quiebra. Julio Bustamante Jeraldo, abogado ex superintendente de AFP, pidió la quiebra en Santiago y logró el traslado del proceso a esta ciudad de algo que judicialmente tenía un valor mucho mayor. A partir de ahí entró a operar Millán Nicolet, cuya designación tiene oscuros ribetes administrativos, y quien permitió que sin proceso licitatorio varios inmuebles fueran traspasados entre empresas coaligadas – de EuroAmerica S.A. a una coaligada, que no tenía capital ni registro en el sistema financiero- pero sí préstamos del Banco Chile sin mayor exigencia de respaldo, esquema muy parecido al del Caso Caval y la nuera de la presidenta Michel Bachelet, más o menos en la misma época. Los inmuebles traspasados tenían un valor proyectado mucho mayor, que hoy, pocos años después, supera los US$500 millones.

Previo a ser designado sindico en el caso César Millán viajó de vacaciones a Uruguay con Nicholas Davis, dueño de EuroAmerica, en avión privado y todos los gastos pagados. Parejas incluidas. Y por arte de magia o poder de abogados, el juicio fue a parar al 2° Juzgado Civil en una eventual perforación del algoritmo de distribución de causas del Poder Judicial.