APROB: La transparencia en la información y las atenciones de salud

Por Rafael Urriola U. [1]

La encuesta de Caracterización Socioeconómica (Casen 2022) realizada por el Ministerio de Desarrollo Social (Mideso) tiene particular importancia porque recoge los problemas en salud que se presentaron a causa de las restricciones de movilidad y en atenciones generadas por la pandemia que golpeó esencialmente en 2020 y parte de 2021.

La pandemia por Covid-19 tuvo grandes consecuencias sobre los sistemas de salud a nivel mundial, generando la interrupción o el aplazamiento de prestaciones de salud esenciales, como las consultas por enfermedades crónicas, el acceso a servicios preventivos y de detección de patologías, los tratamientos de especialidad, las cirugías, entre otros, indica el Informe de Mideso.

Los datos de la Casen 2022 muestran que 78,9% de la población se declara afiliado al sistema público de salud Fonasa (más de 15 millones de personas) y 15,3% al sistema de Isapre (aproximadamente 3 millones de personas). El 3% de la población declara no tener sistema de previsión, sin ser indigentes; 1,7% pertenecen al sistema de las Fuerzas Armadas y de Orden. Estos datos han cambiado entre 2023 y 2024. El propio director de Fonasa, estima en más de 300.000 personas que se han trasladado desde Ias Isapres a Fonasa.

La Casen 2022 determinó que “la adscripción en la población en el sistema Isapre se reduce de 19,3% en el tramo de 45 a 59 años; [también se reduce] a 10,6% en el tramo de 60 y más años. Comportamiento opuesto se observa en la categoría Fonasa, donde se observa un incremento en la población adscrita en el tramo de 60 y más años (20%) en comparación al tramo de edad 45 a 59 años (18,9%)”.  Es sabido que esta distribución está fuertemente influenciada por los costos de los planes de las personas mayores en el sistema Isapre los cuales se han “liberado” en estos días.

En consecuencia, el problema de la reforma de salud que ofreció el gobierno para fines de año debe considerar, entre otras cosas, como enfrentará las demandas de la población adscrita que, por lo demás, está cambiando y creciendo.

La figura siguiente da cuenta de la relevancia y alcance de los problemas que debe enfrentar el sector de salud en lo inmediato. Cuando se expresa en porcentajes tiende a medirse mal el impacto sobre la población. Por ejemplo, 17.3% de la población que ha tenido problemas de salud son, aproximadamente, 3,4 millones de personas en Chile.

Figura 1. Problemas de salud en la población y satisfacción de la demanda

Fuente: Mideso (2024). Serie de resultados Casen. Acceso a salud en la población chilena. Encuesta Casen 2022

De los que fueron efectivamente atendidos sanitariamente, (o sea 90%: alrededor de 3 millones de personas) solo el 50% de ellos lo fueron por el sector público lo que implica que un porcentaje importante de los afiliados a Fonasa deben acudir al sector privado para resolver sus problemas. Aun así, el 70% de entre ellos tuvo problemas para el acceso como lo muestra la figura 1.

En consecuencia, el factor crítico para la reforma de salud está centrado en las capacidades del sector público para resolver los problemas de listas de espera o, al menos, transparentar las situaciones y estadísticas para que la gente tenga capacidades para comprender los problemas y reconocer las limitaciones. Valga destacar la muy sabia frase:  Todos tenemos disposición a aceptar sacrificios cuando éstos se estiman compartidos!!!

[1] Magister en Economía Pública y Planificación U. de Paris-NanterreX . Presidente APROB.