Reconocimiento del Estado Palestino

Miguel Ángel San Martín, periodista desde Madrid

 

El Presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, hizo una Declaración Institucional reconociendo al Estado Palestino, el pasado martes 29 de junio de 2024. La decisión hispana, cumple un compromiso contraído con Irlanda y Noruega, socios en la Unión Europea.

La decisión española constituye un esfuerzo para avanzar en la búsqueda de la paz para aquella zona, tras un proceso de recrudecimiento de las hostilidades, iniciado el 7 de octubre del 2023, cuando un comando terrorista de Hamas entró en territorio israelí, causando alrededor de 1.400 muertes y la captura de unos 200 rehenes.  Esa acción terrorista, condenada rápidamente por todo el mundo, ha sido el detonante de una reacción brutal y desproporcionada de Israel, ocupando a sangre y fuego la Franja de Gaza causando hasta el momento más de 36 mil muertos y destruyendo enormes zonas habitadas por palestinos.

Además del “rechazo a Hamas”, Pedro Sánchez expresó que esta decisión “no va contra nadie, y menos contra Israel. Esperamos ver una Palestina que incluya Cisjordania y Gaza, con Jerusalén Este como capital, gobernada por la Autoridad Nacional Palestina”. Luego advirtió que “España no reconocerá ningún cambio en las líneas fronterizas de 1967, que no responda a un acuerdo entre las partes”.

Mientras el Ministro de Relaciones Exteriores de Israel acusó al Gobierno español de “incitar al genocidio judío”, la Autoridad Nacional Palestina ha agradecido el gesto, al igual que varios países más.

Pedro Sánchez recibió el miércoles 29 al Primer Ministro de Palestina, Mohammad Mustafah, y a los ministros de exteriores de Qatar, Jordania, Arabia Saudí y Turquía, así como al representante de la Conferencia Islámica. Estos últimos sostuvieron reuniones de trabajo con el Ministro de Exteriores español, José Manuel Albares.

Es importante señalar que España se suma a los más de 140 países que ya reconocen a Palestina como Estado, y con este gesto se marca el objetivo de contribuir a que israelíes y palestinos alcancen la paz.  Esta acción española, irlandesa y noruega viene a constituir el último peldaño del reconocimiento de la independencia palestina, iniciada en 1988.

Los enfrentamientos armados se iniciaron en 1948, cuando fue proclamado el Estado de Israel, que provocó las expulsiones masivas de aquel territorio de Palestinos que pasaron a convertirse en refugiados. Eso abrió una brecha muy profunda no sólo con Palestina, sino que también provocó una enorme polarización en la sociedad internacional.

En 1988, con la conducción del líder Yasser Arafat, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) declaró la Independencia, recibiendo reconocimiento masivo de la comunidad internacional en su carácter de Estado. Esta se consideró la “Primera Intifada”.

La Segunda Intifada, entre el 2000 y el 2005, significó un grave retroceso en el proceso de pacificación. La organización islamista Hamás, apoyada inicialmente por Israel porque debilitaba el poder de la OLP, provocó insurrecciones violentas que causaron la muerte de unos 5 mil palestinos y mil israelíes.  Esta intifada fue un fracaso, porque consolidó el poder de Hamás en Gaza e inició la llamada “vía dura” contra Israel.

La llamada ”Campaña Palestina 194”, destinada a convertir a Palestina como el Estado 194 de las Naciones Unidas, caló mucho en América Latina en el 2010. Además de dicha campaña, la construcción ilegal de asentamientos israelíes en Cisjordania, significaron el impulso para que países latinoamericanos reconocieran al Estado Palestino.  Hoy está ocurriendo algo parecido en la zona del Caribe.

Después de la declaración de Independencia por la OLP en 1988, la mayoría de países de la Europa Occidental no han reconocido plenamente a Palestina.  También Estados Unidos ha intervenido colateralmente mediante una campaña en tal sentido, apoyando a Israel.

En la Declaración de Berlin, en 1999, la Unión Europea mostró su disposición a reconocer un Estado Palestino “a su debido tiempo”. Esto no ha servido de mucho.  Por lo mismo, la iniciativa de España, Noruega e Irlanda supone una interesante iniciativa para revertir esa tendencia y avanzar con decisión hacia la búsqueda de una paz justa y duradera en el Medio Oriente.