Negro futuro portuario: ¡Dios nos pille confesados!

Por Sergio Velasco de la Cerda

 

“No hay peor ciego que el que no quiere ver, ni peor sordo que el que no quiere oír.”

Si, porque estamos en una encrucijada bastante complicada, en materia de infraestructura portuaria, ferroviaria, y de conexión con pasos internacionales.

La amenaza está latente, a la vuelta de la esquina. Los puertos más afectados serán los de la Región de Valparaíso. Estos movilizan el 100 % de la carga contenerizada, a distintos puntos del mundo, especialmente de países limítrofes.

No se puede seguir dilatando este grave atraso. La creación de un Consejo de Asesoría, es un chiste de mal gusto e inoficioso.

San Antonio, principal ciudad-puerto de Chile, perderá la condición de ser el gran terminal de la costa oeste de América Latina. Las cifras de transferencia de carga avalan lo que he venido sosteniendo siempre, lo peor es que corre un serio trasvasije.

La burrocracia imperante ha significado una demora, dañina, al desarrollo de este vital sector productivo. La permisología ha hecho su negativo aporte, no solo en esta materia, si no en tantos proyectos de inversión que están detenidos por distintos y variados impresentables motivos.

Capitales nacionales se van en busca de nuevos mercados, como es de público conocimiento: Los financistas no tienen conciencia ni patria, aquí no somos la excepción.

El Presidente Gabriel Boric, en su recién visita a Enade 2024, fue enfático y claro: “Resaltó que buscará destrabar todos los proyectos de inversión, con medidas efectivas para aprobarlos cuanto antes con la creación del Gabinete pro Crecimiento. Fue una señal potente al empresariado chileno, que esperaban ansiosamente.

Menos turismo ministerial en España, les dijo, para ofertar el conocido Mega-Puerto en la zona central, que lleva mas de 14 años en carpeta, desde que la presidenta Michelle Bachelet, decidió según previos informes técnicos, que este debía y tenia que construirse a la brevedad.

Es la orden perentoria entregada por S.E., espero que le escuchen, y no se hagan los sordos.

El presidente Aylwin dispuso de los recursos para levantar este terminal que quedó prácticamente en el suelo, después del doloroso terremoto del 3 de marzo de 1985. Hubo visión de Estado para enfrentar con inmediatez la reconstrucción, claro que cinco años después.

Los diferentes gobiernos continuaron invirtiendo en distintas obras complementarias que, gracias al compromiso de las y los trabajadores, lucen con merecido orgullo, los récords de carga transferida.

Epsa, la reguladora de los sitios concesionados por ley, una de las 10 empresas en que se transformó Empochi, entregó a los privados la explotación. Debiera tener mayor fiscalización, en el cobro indiscriminado que les hacen a los usuarios.

La Fiscalía Nacional Económica (FNE) pidió al Tribunal de la Libre Competencia (TDLC) multas por US 21,7 millones para los terminales portuarios, por abusos de posición dominante al aplicar tarifas injustificadas por seguridad a importadores y exportadores. Las multas son a TPS, US 8,7 millones, a STI, US 8,9 y DPW US 4.0 millones, dinero suficiente para cubrir los gastos del futuro puerto exterior.

Chancay es el nuevo mega-puerto del Perú, la obra estará lista para su inauguración en noviembre de este año, junto con la APEC, es un directo espolonazo a Chile, por nuestra decidía.

El comprometido alcalde de la comuna peruana, señaló eufórico: “Sacaremos rápidamente las cargas de Chile, Argentina y Brasil” por una amplia red vial y ferroviaria. “Ya lo verán ustedes hermanitos chilenos”, dijo con una maliciosa sonrisa.

¡Dios nos pille confesados!