Siempre asociaba a Sebastián Piñera con Glad con Suerte, ese dibujo animado de Disney al que todo le resultaba. Lo conocí en los años ’90, como periodista en el área económica en Radio Cooperativa. No eran tiempos de asesores de prensa que todo lo burocratizan, él tomaba el teléfono y llamaba no más. Lo mismo hacía uno.
Un día me llamó y quería ir a la radio, pero no a una entrevista en los micrófonos. «Venga no más, acá le esperamos», le dije. Eran días de vacaciones, porque llegó con sus dos hijos, que tendrían 12 a 15 años. Me hizo acordar de mi padre que siempre decía: «Este gallo es flojo, medio tonto», esa forma de educar que ciertos viejos tenían para picanear a los hijos, también la exhibía Piñera.
Entonces acababa de terminar como senador y los negocios le llegaban por buenos datos. La Compañía Chilena de Comunicaciones S.A., dueña de radios Cooperativa, Corazón, Rock & Pop y del canal 2 del mismo nombre, estaba con serios problemas económicos. Yo me encontraba reporteando y los gerentes del Banco Edwards, donde la empresa tenía sus cuentas, me decían: «Avísele a Lucho que me llame, le vamos a cerrar la línea de crédito si no me llama».
Esa mañana Piñera llegó y conversamos unos 15 minutos hasta que apareció Luis Ajenjo, el Director de la compañía. Me dejó con sus hijos e ingresó a conversar con Ajenjo. Yo, además, era el tesorero del sindicato y sabía al detalle los problemas económicos que tenía la radio. Habíamos reclamado por el financiamiento del Canal 2 Rock & Pop, que se consumía todos los recursos de 3 prósperas radios, líderes absolutos en sintonía, pero no había caso.
Cuando le avisé a Ajenjo que un gerente del banco le había dejado el recado de la línea de crédito de la compañía, lo noté inquieto y cuando le pedí recibir a Sebastián Piñera, entró en pánico. Recuerdo que nos soltaban los pagos faltando 15 minutos para el cierre de la sucursal un día viernes. Mandábamos una persona para que permaneciera adentro y le pasábamos los cheques por la mampara.
«Quiere que le vendamos la radio», creo haber escuchado luego que Piñera y sus hijos salieron, después de una reunión de hora y media. No pregunté nada sobre el asunto. Sabía que los dueños, Frei, Figueroa y Pérez Yoma no la iban a dejar ir, con la historia que arrastraba la Cooperativa. ¿Cómo se enteró Piñera de los serios problemas económicos de la radio? Creo que el gerente del banco pudo haber sido, pero esta vez la suerte no estuvo de su lado.