Elecciones en Argentina. El miedo fue más grande que la bronca

Por Juan Mobbili, analista político argentino

Especial para Desenfoque

 

El candidato del continuismo a las elecciones presidenciales en Argentina, Sergio Massa, hizo una campaña moderada, sumado a grandes planes de inyección económica en los últimos meses y eso habría jugado a su favor.

La motosierra que quiere aplicar Milei no encantó al votante de centro, racional, no tuvo la capacidad de seducir al votante de centro derecha que cree en una estabilidad financiera. La segunda vuelta o balotaje estará apretado porque Javier Milei tiene que salir a pescar al centro y de alguna forma desmontar ese andamiaje de discursos efectistas y hablar de cuestiones de carácter social.  Electoralmente Milei necesita crecer un 20% y sólo puede salir a pescar de la pecera de Bullrich.  ¿Ese electorado está disponible para cruzar voto Milei?

Antes de Milei existía una clara polarización política con fuerzas claras. La irrupción del candidato libertario alteró el mapa, poniendo a una tercera fuerza con un carácter anti sistémico, con declaraciones que buscan canalizar el enojo hacia la política en una sociedad que tiene un desencanto de líderes políticos tradicionales. Milei tiene un arraigo entre jóvenes y varones en enclaves urbanos.

Ante un Kirchnerismo gobernando por muchos años, con inflación galopante y altos índices de pobreza, la coalición del ex Presidente Macri, Juntos por el Cambio tenía la elección ganada, porque además ese bloque se planteaba como la única alternativa, pero estas alternativas no se pudieron plasmar porque en gran parte este bloque no supo unir a sus principales promotores que son Macri, Larreta y Bullrich en un anti «K». En cambio, el peronismo se unificó en un núcleo fuerte entre Massa, Cristina y Alberto que ejercía la presidencia.

En esta elección ganó Massa porque pudo incrementar la participación electoral en el cono urbano, donde están sus votos más duros. Los planes de inyección económica y el deterioro que pone Milei frente a la clase política, son los artífices de la victoria parcial de Massa, a la espera de lo que sucederá el 19 de noviembre.