El Conservador de Bienes Raíces de Santiago bajo la lupa

Como “una ambición de grupos de poder” calificaron dirigentes sindicales del Conservador de Bienes Raíces de Santiago (CBRS) los intentos por subdividir ese registro en tres o más oficinas, que inevitablemente generarían la necesidad de migrar inscripciones desde un registro a otro, lo que parece no solo arriesgado sino inconveniente y costoso para los ciudadanos.

El planteamiento surgió a raíz de una aclaración solicitada por el Sindicato N°1 de funcionarios del CBRS a Radio Bío Bío por una nota publicada este miércoles por ese medio, en la que se califica al oficio como un “Sistema de pago de favores: las redes judiciales y políticas del Conservador más poderoso de Chile”, y que los trabajadores consideraron sin equilibrio informativo y hasta lesiva para la parte laboral.

Desde hace años los diferentes gobiernos y sectores políticos parlamentarios vienen impulsando lo que se ha dado en llamar reforma del sistema registral y de notarios, (hoy hay 5 iniciativas de ley), todas las cuales solo ponen el foco en la figura de los conservadores y lo alto de sus ingresos personales, pese a ser funcionarios públicos, pero ninguna menciona los derechos de los trabajadores y la importancia del servicio registral que se presta.

En sus partes más importantes, la nota aclaratoria del Sindicato 1 del CBRS señala que este tiene más de 450 trabajadores que se rigen por Código del Trabajo y un Convenio Colectivo vigente, mientras que los conservadores son funcionarios públicos de acuerdo al Código Orgánico de Tribunales como Auxiliares de la Administración de Justicia, y son designados por el poder político. Si ganan mucho es porque quienes los designan y tienen el poder para limitar sus ingresos equilibrándolo por ejemplo a un ministro de Corte, no lo hacen” (N.R. El artículo de Radio Bío Bío señala que los conservadores ganarían alrededor de 150 millones de pesos mensuales o más cada uno).

Asimismo, el Sindicato sostiene que sus miembros “no forman parte de ninguna red política, de amistades o familiar a que alude la nota” y que siempre bregan “porque las contrataciones se hagan por concurso y por mérito”, para que no distorsionen el ambiente laboral interno. Pero como patrones, los concesionarios tienen la última palabra. Sostienen, además, que “los trabajadores del CBRS agrupados en sus sindicatos, han hecho una contribución sustantiva al desarrollo técnico del Oficio, con altos niveles de eficiencia y modernización, que ponen al CBR de Santiago como el mejor de Chile” y entre los primeros de América Latina, en materia de “certidumbre y eficiencia y prácticamente sin costo para el erario fiscal”.

En su comunicado terminan señalando que “Nada de lo dicho anteriormente se menciona en la nota (de Bío Bío), por lo que nos parece que ella refleja de manera muy parcial la realidad funcional y laboral del Oficio, lesionando -posiblemente sin desearlo- la imagen de todos quienes trabajan en él”.

La petición de aclaración fue hecha de acuerdo a lo establecido en la Ley 19.733 sobre Libertad de Opinión e Información y Ejercicio del Periodismo, y “el principio de equilibrio informativo”.