«Cuando nos dicen que no había otra alternativa, por supuesto que había otra alternativa, y el día de mañana cuando vivamos otra crisis siempre va a haber otra alternativa que implique más democracia y no menos».
Con estas palabras el Presidente de la República reflexionó en su discurso en la Plaza de la Constitución, donde este mediodía se conmemoró el 50 aniversario del golpe de Estado. El Mandatario hizo referencia al discurso de personeros de derecha sobre lo inevitable que fue el golpe militar
«El compromiso que hoy nos mueve debe ir más allá de la coyuntura del momento. Tenemos que ser capaces de pensar en el futuro que estamos construyendo. Por eso el compromiso, inclaudicable con la democracia y los derechos humanos, es importante y trascendente», señaló el Mandatario.
«Las generaciones mayores», agregó, «no estarán aquí por siempre para defender la memoria de sus muertos ni de lo que les pasó y que las historias que dejan de contarse se olvidan. Por eso somos una posta larga en la historia y nos corresponde a nosotros transmitir también a las nuevas generaciones lo que nuestros antepasados vivieron».
Luego dijo que «la democracia y los derechos humanos deben ser apropiados por cada nueva generación. Abracémosla juntos, reconozcamos los desafíos que ella nos presenta, hagámonos cargo de sus complejidades, mirémonos a los ojos y veamos que pese, a pensar distinto, tenemos más puntos de acuerdo de los que pareciéramos creer».
«Invito desde acá, a los chilenos y chilenas de todas las generaciones y a quienes nos acompañan desde el extranjero, a seguir soñando con un Chile y un mundo más democrático, más justo, más inclusivo, más igualitario, más sustentable y más amable, y que digamos una vez más con amor por los que aquí no están y con aprecio por los que aquí nos acompañan y con dulzura por quienes hoy nos sucederán, democracia hoy y siempre», concluyó una alocución que se extendió por 37 minutos.