¿Cómo nos preparamos para el 2050? Incentivar el pensamiento crítico

El Presidente de la República, Gabriel Boric Font, recibió hace pocos días los resultados del Ejercicio de Anticipación “Chile Crea Futuro”.

La actividad tuvo lugar en el Museo Nacional de Historia Natural, en Quinta Normal. Estaban las mujeres y hombres convocados para el Ejercicio de Anticipación, que se desarrolló entre marzo y junio del presente año y que reunió a más de 100 investigadores, especialistas y líderes de opinión para analizar las oportunidades y desafíos que podría enfrentar Chile de cara al futuro.

En su rol de órgano asesor presidencial mandatado a analizar y anticipar tendencias de cambio para la elaboración de la Estrategia Nacional de CTCI, el Consejo organizó este ejercicio buscando propiciar el encuentro entre personas de distintos ámbitos de la sociedad para así lograr, una reflexión sobre cómo prepararnos para Chile al 2050 a partir de posibles escenarios.

El documento fue entregado por la presidenta del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación para el Desarrollo, Silvia Díaz, la ministra de Ciencias, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Aisén Etcheverry, y el ministro de Economía, Nicolás Grau.

¿Y qué dice el Consejo sobre ciencia, tecnología, conocimiento e innovación?

Incentivar el pensamiento crítico, tener acceso unificado a banco de datos, incorporar a los gobiernos locales en la disminución en brechas digitales y fomentar el trabajo público/privado con desarrollo sostenible, son algunos de los principales resultados del ejercicio anticipación.

Cuatro mesas temáticas, tres mesas transversales, 13 sesiones de discusión y más de 100 especialistas y líderes de opinión, dieron vida al proyecto Chile crea Futuro, que realizó un debate multidisciplinario para proyectar cuatro tendencias que, si bien afectan a todo el planeta, requieren un análisis local y anticipar escenarios al 2050. Luego de seis meses de trabajo, el ejercicio de prospectiva impulsado por el Consejo CTCI, centró su discusión en cuatro grandes temas: Revolución Digital, Revolución Biológica, Crisis de la Democracia y la Sustentabilidad de la vida en el planeta.

Entre las propuestas centrales que arrojó el documento final, se destacan el incentivo al pensamiento crítico, creación y acceso unificado a banco de datos, incorporar a los gobiernos locales en la disminución en brechas digitales y fomentar el trabajo público/privado con desarrollo sostenible. Para Silvia Díaz, presidenta del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación para el Desarrollo, este proyecto logró reunir múltiples actores con disposición a explorar opiniones diversas, que no siempre estaban en concordancia.

“El desafío de abordar estas complejidades no es sólo técnico, sino que también pasa por interiorizar que no existe un discurso único. Debemos reconocer que el análisis comprensivo de estos fenómenos globales requiere comprender y aceptar la complejidad propia de las subjetividades. Este ejercicio fue una invitación, entre todos y todas, desde una diversidad de miradas, a dibujar relatos colectivos de futuro”. explicó Silvia Díaz, presidenta del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación para el Desarrollo (CTCI).

Para la ministra Aisén Etcheverry, titular de la cartera de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, colaboradora del origen de esta iniciativa, tener una mirada a largo plazo, permite proyectar un país preparado y con mejor perspectiva de desarrollo.

«Este ejercicio de prospectiva es de la mayor relevancia para el Estado, que requiere como insumo para sus políticas públicas –y así lo dice la ley– una mirada de anticipación de tendencias. «Chile crea Futuro», en cuyo inicio participé activamente, tiene el valor haber contado con la participación del sector privado, la sociedad civil y la academia, y de haber analizado en forma cruzada cuatro fenómenos globales: la influencia de la revolución tecnológica en la crisis de la democracia, el aporte de los avances biológicos en el cambio climático, que son ejemplos de fenómenos complejos que se discutieron en el marco de la realidad local de nuestro país. El Estado necesita mirar el ahora sin perder de vista el futuro, y los insumos de esta iniciativa son muy valorados, y serán utilizados por el Ministerio de Ciencia». Detalló

Esta iniciativa es muy importante, ya que nos permite, en un contexto de diversidad de miradas, reflexionar sobre los futuros posibles para Chile. Esto nos permite anticiparnos, tomando acciones hoy para construir el futuro que aspiramos, afrontando desafíos complejos.

Dentro de las propuestas fundamentales que logra aportar el proyecto “Chile crea Futuro” y que buscará, a través del trabajo con el ecosistema y ministerios, para que estas se puedan materializar en políticas de Estado, son por ejemplo la importancia de fortalecer una institucionalidad para los ejercicios de anticipación, que sean realizados de forma sistemática, con mirada integral y con múltiples actores al servicio del sector público, sociedad civil y la industria.

Desde la temática de Revolución Biológica, es fundamental aprovechar la información pública como fuente de investigación y análisis de políticas de Estado. Aquí se busca incentivar la creación de un sistema integrado de datos, que permita analizar distintas fuentes de información, así dotar de mayor pertinencia y sustento, con acceso disponible para el sector público e investigadores.

Respecto de la Revolución Digital, los especialistas coinciden en que, para el futuro, Chile debe generar mayor cercanía del Estado con la ciudadanía. Así resolver la brecha de acceso, uso y adopción de tecnologías con foco particular en territorios históricamente marginados y para ello la incorporación de los municipios y organizaciones locales, es fundamental.

Uno de los temas más preocupantes, que hoy generan discrepancias en la ciudadanía, es la crisis de la Democracia. Aquí una de las propuestas surgidas de la mesa temática, es que para evitar los populismos, las noticias falsas o el debilitamiento de las instituciones y la democracia como sistema político, se debe fomentar el desarrollo de una ciudadanía con capacidad de agencia y pensamiento crítico. Es clave la colaboración entre las distintas instituciones que conforman el ecosistema CTCI en una lógica de red, para promover diálogos con distintas perspectivas y que se aborden el valor social y público de la información. Y en este aspecto uno de los grupos etarios donde se debe trabajar, son las generaciones actuales “nativas digitales”, se requieren de nuevas estrategias que les permita discernir críticamente entre múltiples fuentes, considerando la gravedad del problema de la desinformación y sus implicancias para la democracia.

Mientras que en la dimensión para la Sustentabilidad de la vida en el planeta, es fundamental lograr acuerdos público-privado que contribuyan al desarrollo productivo sostenible, y que al mismo tiempo integren nuevos estándares ambientales de interés público,  como por ejemplo, las regulaciones que el Estado crear para incentivar a empresas a investigar e innovar para abordar metas de sustentabilidad o innovar para abordar metas de sustentabilidad, que se vayan transformando a su vez en capacidades de I+D+i permanentes en las empresas.