La Tasa que está costando caro

Por Aland Tapia San Cristóbal, ingeniero civil industrial UTFSM

La alta tasa de interés que tiene el Banco Central está haciendo ganar cifras récor a los bancos comerciales, sin moverse de sus escritorios.
El Central fija una tasa de intercambio que se traduce en encarecimiento de los créditos, tanto los hipotecarios como los de consumo. Aparte están los que piden las empresas, los que se negocian por separado, caso a caso.
Esta acción del instituto emisor, que es autónomo, se aplica de modo arbitrario, por mayoría de sus cinco miembros que componen el Consejo Directivo. Cuando sube la tasa es para frenar el consumo y así bajar la inflación, y eso es lo que no hace el Central.
En mayo la inflación fue de un 0.1% y la tasa se mantuvo en 11.25%. Se esperaba que bajara a 10.75%.
La presidenta del Banco, Rosanna Costa, dijo que “debemos reconocer que aún tenemos una inflación alta y que queda tarea por delante”.
La autonomía del Central no merece reparo, pero cuando una acción afecta la reactivación económica, entonces el Banco debe tener el tino de no involucrarse en la coyuntura. La votación del Consejo fue 3 a 2 y ello es una señal de clara división.
La próxima reunión será a fines de julio y tendremos que esperar si seguirá la restricción al crédito o si se rebaja la tasa. Mientras tanto, los bancos seguirán batiendo récords con utilidades sin moverse del escritorio.
En el segundo Informe de Política Monetaria (Ipom) del año, se recortaron a 4,2% y 2,9% las proyecciones de inflación para 2023 y 2024, respectivamente, y a -0,5/0,25% la de crecimiento del Producto Interno Bruto, PIB, para este año. Ello muestra que la inflación está controlada y las tasas de interés, que deben aplicarse sobre el futuro, no van acorde con la tendencia. Su mantención más parece un capricho que está costando caro.

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Ex Seremi de Economía, Región de Valparaíso.