. La VII Encuesta de Microemprendimiento permite caracterizar el sector con información valiosa para el diseño de políticas públicas.
• Esta encuesta levanta la realidad del microemprendimiento a mediados de 2022, incorporando información retrospectiva de 2021, periodo aún afectado por el COVID-19.
• Dentro de las conclusiones, se constata que el número de micro emprendedores se mantuvo estable entre 2019 y 2022, en torno a los 2 millones.
• El impacto de la pandemia se refleja en la proporción de la informalidad del sector, pero no en su número absoluto.
Al respecto, la directora nacional (s) del Instituto Nacional de Estadísticas, Daniela Moraga, remarcó la importancia de este estudio porque “brinda una base sólida para comprender la dinámica del mercado laboral, enfocar políticas públicas y mejorar las condiciones laborales (…) A diferencia de otras encuestas dirigidas a empresas o negocios, la encuesta analiza las personas que trabajan por cuenta propia o son dueñas de una microempresa e incluye el sector informal que es un importante generador de bienes y servicios, especialmente en países en desarrollo como el nuestro”, señaló.
Principales resultados
Entre los principales resultados de la VII Encuesta de Microemprendimiento, cabe destacar el universo total de personas microemprendedoras, el que alcanza a 1.977.426, de las cuales 11,2% corresponde a empleadores y 88,8%, a quienes trabajan por cuenta propia. Del total de personas microemprendedoras, un 59,3% son hombres y 40,7%, mujeres. Las regiones que tienen una mayor proporción de personas microemprendedoras que trabajan por cuenta propia son Maule (93%), Biobío (92,1%) y La Araucanía (90,7%), las mismas que presentan niveles por sobre el promedio nacional (88,8%); mientras que la región con menor proporción de personas microemprendedoras que trabajan por cuenta propia es Ñuble, con un 83,1%.
El 94,5% de las mujeres microemprendedoras trabajan en las actividades de comercio, servicios y manufactura, mientras que el porcentaje de microemprendedores que trabaja en estas actividades es de 57,4%.
Un aporte especial de la VII EME es la caracterización de los efectos del COVID en el microemprendimiento. A raíz de ello, se calcula que 410.955 (20,8%) personas microemprendedoras iniciaron su actividad producto en este contexto. De éstas, 207.586 son mujeres y 203.369 son hombres, representando al 25,8% y al 17,3% del total de microemprendimientos de mujeres y hombres respectivamente. Dentro de quienes iniciaron su microemprendimiento producto de la pandemia, 290.841 personas lo hicieron por “necesidad” y 97.531 por “oportunidad”. Proporcionalmente, se observa que el 78,5 % de las mujeres y 68,1 % de los hombres comenzaron su negocio por “necesidad”. A la vez, 19,6 % de las mujeres y 29,8 % de los hombres comenzaron su negocio por “oportunidad”.
Los efectos de la pandemia también se ven reflejados en las cifras de informalidad laboral en las personas microemprendedoras —aquellas que carecen de registro en el Servicio de Impuestos Internos o de una contabilidad completa— alcanzando un 58,3%. Las ramas de actividad económica con mayor proporción de personas microemprendedoras informales son el sector Construcción (74,6%), Agricultura y Pesca (74,3%) e industrias manufactureras (68,4%); mientras que el sector Servicios presenta la menor tasa de informalidad laboral con un 45,8%.