… Y Narcotraficante

EDITORIAL

La notable columna del periodista Daniel Matamala calificó al dictador como Traidor, Asesino, Terrorista, Ladrón y Cobarde, seguramente por problemas de espacio no incluyó la de Narcotraficante o Traficante de Armas.

Augusto Pinochet se ufanaba de que «en este país no se mueve una hoja, si yo no la estoy moviendo», frase pronunciada a mediados de los años 80 en el Club de la Unión. Él sabía que su poder era absoluto y el control de cada paso que daban los suyos y los opositores era total.

Fue su gran aliado, el general Manuel Contreras, jefe de la DINA, quien atestiguó ante el Ministerio Público que Augusto Pinochet se hizo millonario con la fabricación y el tráfico de cocaína.  Los dichos del Mamo ante el fiscal de la Metropolitana Sur, Héctor Barros, los ratificó en un informe enviado por Contreras al juez Claudio Pavez, donde acusaba a Pinochet y su familia de la producción y distribución de la llamada «cocaína negra», una variedad de la droga que no puede ser detectada y que se fabricaba en dependencias del Ejército durante la dictadura militar. En el escrito a Pavez, Contreras aseguró que la droga era fabricada por el químico Eugenio Berríos, que también pertenecía a la DINA. Berríos fue secuestrado y llevado a Uruguay, donde fue asesinado en 1991.

Al crimen de Berríos, donde fue condenado a 15 años de presidio un ex asesor de Pinochet, el mayor de Ejército Rodrigo Silva Valdés, siguió al año siguiente el asesinato del coronel Gerardo Huber, quien, según Contreras, conocía los supuestos vínculos de Pinochet con el narcotráfico y el contrabando de armas.

Así, Pinochet seguía matando en el retorno de la democracia, buscando coartadas, eliminando a Gerardo Huber, ex agente de la Dina y funcionario de Famae, quien fue asesinado por el director Adjunto de la DINE, Víctor Lizarrága Arias, y el jefe del Batallón de Inteligencia del Ejército, Manuel Provis Carrasco en el Cajón del Maipo, en febrero de 1992. Todo ello justo en momentos en que había sido citado a declarar por el caso de la exportación ilegal de armas a Croacia, cuando ese país europeo tenía embargo por hallarse en un conflicto bélico contra Serbia, en lo que era la ex Yugoslavia. El nombre de Huber aparece vinculado a la venta de 370 toneladas de armas a Croacia el 7 de diciembre de 1991.

La DINE estuvo bajo el mando del comandante en jefe del Ejército, Augusto Pinochet, hasta el 11 de marzo de 1998.

El libro “La Delgada Línea Blanca” de los periodistas Rodrigo de Castro y Juan Gasparini revela cómo las dictaduras de Chile y Argentina potenciaron y se enriquecieron con el narcotráfico, y en «Traficantes & Lavadores» (1996) de Manuel Salazar, usted encontrará acabadas investigaciones sobre cómo Pinochet se transformó en narcotraficante.

En el banco Riggs de Estados Unidos le encontraron unos 20 millones de dólares depositados bajo la chapa de Daniel López, seguramente parte de lo que acumuló con el tráfico de armas y drogas.

Todo lo anterior ha sido revivido por el negacionismo que la derecha y la ultraderecha ha venido instalando domingo tras domingo en medios de comunicación escritos de circulación nacional. Y en esto el periodismo tiene la responsabilidad de exponer los hechos, todos, priorizarlos y darlos a conocer. Y muchas veces la tarea es ayudar a hacer memoria.