OPINIÓN: Sentido común para votar este domingo

Por Miguel Ángel San Martín desde Madrid.

¿Cómo vamos a mejorar la democracia real en nuestro país, si hay algunos que no quieren practicarla en su integridad? La pregunta surge del hecho de que pasado mañana, Domingo 7,  estamos llamados a las urnas en forma obligatoria para elegir un Consejo Constitucional destinado a revisar, debatir y aprobar la nueva Constitución Política del Estado. Y hay algunos que llaman a anular el voto y otros a abstenerse. Ni lo uno ni lo otro.

Los argumentos esgrimidos están basados en la falta de participación social, cosa no banal. Pero, hay que considerar que, luego del rechazo el 4 de septiembre de 2022 (del documento elaborado por una Convención Constitucional -elegida democráticamente con el 80% en octubre del 2020- para hacer cambios necesarios e impostergables), viene ahora un proyecto alternativo, elaborado en el Parlamento por personas también elegidas democráticamente. Nuevo proceso, distinto al anterior que fracasó.

El Parlamento decidió que hubiese un Comité de Expertos, cuya composición ha sido elegida en esa misma instancia, con propuestas provenientes de los partidos políticos con representación parlamentaria, destinado a elaborar un documento inicial. Ese documento será entregado a los constitucionalistas que van a ser elegidos el domingo y que podrán hacerle observaciones, cambios o aportaciones, si lo estiman conveniente y sean aprobadas en una Comisión Técnica de Admisibilidad. El Documento resultante va a ser sometido a un Plebiscito democrático el 17 de diciembre de este año.

Todo legal. Aunque parezca que la participación ciudadana va a ser muy mediatizada, se hace necesario tomar en consideración que todo se ha hecho basado, justamente,  en la participación ciudadana. ¿Quiénes eligieron a los Convencionales en el primer intento de octubre del 2020? Nosotros, los ciudadanos. ¿Quiénes rechazaron el 4 de septiembre de 2022 el documento elaborado en tal Convención? Nosotros, los ciudadanos ¿Quiénes eligieron a los parlamentarios actuales en noviembre del 2021? Nosotros, los ciudadanos. ¿Quiénes tienen el domingo 7 de este mes de mayo, la oportunidad de recuperar democráticamente algo sustantivo en un nuevo intento Constitucional? Nosotros, los ciudadanos. Efectivamente, nosotros, los ciudadanos, tendremos además el domingo 17 de diciembre la oportunidad democrática de ratificar o rechazar el nuevo documento constitucional.

Es evidente que hay cambios, algunos sustanciales, al documento rechazado en septiembre del año pasado. Pero, está claro que ahora se va a analizar un documento más reducido, más exponencial, más adecuado al sentido de lo que es una Constitución, dejando margen a la interpretación que el propio Parlamento hará después, en el desarrollo de las leyes.

Lo que no admite discusión, es el hecho de que se está elaborando una Carta Magna distinta, diferente a la del Dictador. Los planteamientos sostenedores de un sistema excluyente, caduco e injusto, van a quedar en el pasado.

Si no participamos activamente en el proceso electoral del domingo, estaremos dejando la puerta abierta para que celebren los que no desean cambios, los que están abusando gracias a este sistema que nos ahoga en pobreza, injusticia e inequidad. Debemos demostrar nuestra fuerza eligiendo a quienes desean dar un paso más en un nuevo marco de convivencia democrática, a quienes realmente representen los intereses mayoritarios de nuestra sociedad. Un voto nulo es un voto perdido, que beneficiará a quienes desean mantener una Constitución añeja, que permite los abusos y corrupciones que nos ofenden.

Chile necesita crecer con igualdad, con progreso, con justicia y en paz. Para ello, necesita avanzar en los cambios y necesita los liderazgos que influyan en las grandes decisiones nacionales. Para lograrlo, debemos actuar con sentido común, con la inteligencia que nos abra los ojos para ver que debemos y podemos avanzar por el camino de lo posible. Dar pasitos hacia el objetivo común de las grandes mayorías, pero sin tropiezos, ni sin perder de vista realidades ajenas a lo que podemos conseguir.

Debemos subir por las escaleras construyendo peldaños certeros, seguros, sin precipitaciones, pero sin descanso. Ya quisimos saltarnos unos cuantos peldaños y nos hemos caído. Esa es una enseñanza que debemos aprender y practicar desde ahora mismo. Dejar a un lado el voluntarismo y ceñirnos a un programa inteligente que asuma realidades concretas, realizables y posibles de sacar adelante.

La polarización social que estamos viviendo no nos conduce a un buen fin. Por el contrario, nos lleva a la confrontación y al fracaso. Por lo tanto, debemos construir entre todos una Democracia fuerte, estable, participativa en todas sus instancias. Es el camino que hace posible el desarrollo, el progreso, la justicia social, el  crecimiento con equidad, y en un ambiente de paz real, estable y duradera.