Lula a 100 días de gobierno: «Gobernar es hacer frente a las emergencias»

Por Luiz Inacio Lula da Silva, Presidente de Brasil.

Este 10 de abril, mi tercer mandato como Presidente de la República llega a los 100 días. Es un período corto comparado con los 1.460 días de trabajo para los que fui elegido por la mayoría del pueblo brasileño. Aun así, 100 días fueron suficientes para revertir un escenario atroz, identificado por casi mil especialistas en nuestros grupos de transición. Los problemas heredados fueron tantos y en tantos frentes que el término «reconstrucción» se incorporó a la consigna del gobierno federal, precedido por otra palabra clave: «unión». No hay dos Brasiles, el Brasil de los que votaron por mí y el Brasil de los que votaron por otro candidato. Somos una nación.

Vivimos en un solo país y necesitamos la unión de todos para reconstruirlo. En estos primeros 100 días de gobierno, trabajamos incansablemente para devolver la dignidad y la calidad de vida al pueblo brasileño, especialmente a los 33 millones de víctimas del hambre. Bolsa (Bono) Família volvió aún más fuerte, con valores adicionales para niños y adolescentes. Más de 21 millones de familias ya han recibido los nuevos beneficios. Sólo en el Distrito Federal, 172 mil familias fueron pagadas en marzo y 71 mil de ellas recibieron R$ 150 adicionales por cada niño hasta los seis años.

Los valores del Programa Nacional de Alimentación Escolar (Pnae), congelados hace seis años, tuvieron un reajuste promedio de 36%. También reactivamos el Programa de Adquisición de Alimentos (PAA), que beneficia tanto a los pequeños productores rurales como a los más necesitados de alimentos en la mesa. Y retomamos el programa Minha Casa, Minha Vida, dirigida a familias de bajos recursos.

En el área de la salud, tan afectada por el quiebre presupuestario, recreamos Mais Médicos. Ya hemos abierto 15.000 vacantes para profesionales que trabajarán en los municipios más necesitados. En el Distrito Federal, serán 52 profesionales. Lanzamos el Movimiento Nacional por la Vacunación, para revertir los daños causados ​​por el negativismo, e invertimos en la reducción de emergencia de colas para consultas, exámenes y cirugías electivas en el Sistema Único de Salud (SUS).

Creamos y recuperamos ministerios importantes. El de la Igualdad Racial, por la reparación histórica al pueblo negro de este país. El de la Mujer, para combatir la violencia de género y la desigualdad en el mundo del trabajo. El MinC, para volver a hacer de la cultura una extraordinaria herramienta de generación de riqueza, así como parte fundamental en la conformación de nuestra identidad. La de los Pueblos Indígenas, junto con la reorganización de la Funai, para hacer justicia a los primeros habitantes de este país.

Hemos restablecido el Plan de Acción para la Prevención y el Combate a la Deforestación en la Amazonía Legal. Enfrentamos el genocidio del pueblo yanomami, con acciones de emergencia en las áreas de salud y lucha contra el hambre, y la firme represión a la minería ilegal. También pusimos fin a la liberación descontrolada de armas, que provocó un aumento de los casos de feminicidios y accidentes domésticos con niños.

Para que la rueda de la economía vuelva a girar, hemos formulado un marco fiscal realista y responsable, que mantenga el equilibrio de las cuentas públicas y garantice que los pobres estén en el presupuesto. Retomamos la inversión en infraestructura: solo en 2023 destinaremos R$ 23 mil millones a obras, más del total invertido en los últimos cuatro años. Reanudamos 14.000 obras que estaban paralizadas en todo el país. Entre ellas, hay 10 obras en jardines de infancia y escuelas públicas del Distrito Federal, con fondos del FNDE.

Enfrentamos calamidades, dialogamos con alcaldes, gobernadores, diputados, senadores y sociedad civil. Promovemos la armonía entre las instituciones y la defensa intransigente de la democracia y los derechos humanos. Estamos dejando el triste papel de paria internacional, gracias a la reanudación de nuestra activa y orgullosa política exterior.

Gobernar es hacer frente a las emergencias mientras se sientan las bases para un futuro mejor. En estos primeros 100 días priorizamos lo urgente. Empezando por lo necesario, para hacer todo lo posible y alcanzar sueños que hoy pueden parecer imposibles.

En los 1.360 días venideros, nos mantendremos firmes en la reconstrucción de un país más desarrollado, justo y soberano, con paz, armonía y oportunidades para todos. Brasil está de vuelta.

Publicado por Correio Braziliense

fotografía crédito: Ricardo Stuckert/PR