La reforma tributaria se cayó y ahora hay que buscar acuerdos. Reingresarla por el Senado con 2/3 de los votos, parece estar descartado. Ahí el oficialismo tiene 25 votos y necesita 34. Sin embargo, en esta Cámara es donde se resolverá finalmente si llega a puerto la reforma o simplemente no hay.
Se requiere una estrategia y ella parece ser una negociación ex ante con el senado, lo más amplia posible, para hacerla viable. Es lo que no se quiere por muchos, los que llaman «la cocina», pero la política se hace en todos lados y se trata de favorecer a las mayorías. Esto es lo que necesitamos, una política de acuerdos y no caer en descalificaciones, porque las mamás esperan sala cuna y jardines infantiles para sus hijos y los mayores una mejor pensión, y no pueden esperar.
La propuesta buscaba poner un impuesto al patrimonio a fortunas superiores a los 5 millones de dólares, aumentar impuestos a personas con ingresos sobre 4 millones de pesos mensuales y un nuevo royalty minero. Con la recaudación progresiva en años hasta 4 puntos del PIB (unos U.S.$6 mil millones en 4 años), entre otras medidas, se pretendía aumentar la PGU a 2.8 millones de pensionados para alcanzar los $250 mil mensuales, reducir las listas de espera en salud en un 30% y aumentar la asignación familiar y subsidio único familiar para 3 millones de personas.
No es verdad que con una mayor fiscalización a la evasión y a la elusión se recaudará más, aunque ello ayuda, no basta. Acá se requiere aumentar los impuestos a las grandes fortunas y a la gran minería, para partir.
Entonces, para ser realistas, si queremos una reforma es urgente que el Senado se abra a discutirla, es lo mínimo que el país espera de sus parlamentarios. Luego se verá hasta dónde se llega, si se le puede llamar Reforma o solo se consigue un ajuste tributario.
Con todo, no será viable una economía sin mayores recursos, que distribuya más y mejor. Hoy tenemos un 25% de la masa laboral con un contrato con empleador, lo que desnuda la precariedad del resto de trabajadoras y trabajadores. Una causa principal de aquello es la asfixiante concentración de la economía. Si llegamos a tener 19 Isapres hoy tenemos 7. Si las AFP fueron 26 hoy son 7. Suma y sigue. Hay que abrir y regular la economía, para que esa apertura signifique diversidad de actores y no sea una foto monocolor. El Gobierno tiene la tarea de darle vida al mercado y en eso debería poner sus mejores esfuerzos.
(Aland Tapia San Cristóbal. Ing. Civil Industrial de la UTFSM)