Boric habla en la ONU del estallido social y el plebiscito, condena guerra en Ucrania y responsabiliza a China y EE.UU. de crisis económica global

El Presidente Gabriel Boric pronunció este martes  su primer discurso  en la 77°Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York, oportunidad en la que dio a conocer la posición de su gobierno frente a los grandes temas del ámbito internacional y también sobre el acontencer nacional, con especial énfasis en el estallido social de octubre de 2019 y el reciente triunfo del rechazo en el plebiscito constitucional.

Sobre la situación del país afirmó que «hace casi tres años debimos hacer frente a una grave crisis política y social, durante aquellos días una gran mayoría de chilenas y chilenos manifestó su malestar frente a la desigualdad y los abusos, su indignación frente a las largas esperas para recibir atención en la salud pública, su hastío frente a las millonarias deudas por estudiar, su rechazo a las pensiones de miseria después de largos años de trabajo”.

“Si bien durante los gobiernos democráticos de los últimos 30 años se redujo notablemente la pobreza y hubo importantes avances en materia social, resulta indesmentible que el modelo de desarrollo que adoptamos en Chile ha mantenido una alta concentración de la riqueza, llevándonos a ser uno, y esto nos duele colegas, de los países más desiguales del mundo”, declaró.

Boric enfatizó que “el estallido social que viviera Chile en 2019 dejó perplejos a muchos observadores, algunos de ustedes que preguntaban qué está pasando en este país y también algunos actores de la vida nacional. Y es que a muchos les llamó la atención que un país que ha logrado índices importantes de crecimiento económico y desarrollo humano, que dan cuenta de importantes mejoras en la calidad de vida de su población, se haya visto enfrentado, a la vez, a una crisis tan profunda. Desgraciadamente, lo que ocurrió en mi patria no fue casualidad, sino la consecuencia de innumerables historias de dolor y postergación que se fueron incubando y afectando el corazón mismo de nuestra sociedad”.

“Uno no puede solamente venir a hablar de las cosas buenas. Este descontento se manifestó también en graves episodios de violencia, como la inaceptable quema de estaciones de Metro y la vandalización de centros cívicos, y, por otro lado, fuimos testigos de una represión descontrolada que terminó con muertes, heridos y más de 400 personas víctimas de trauma ocular producto de la acción del Estado, lo que constituye desde el punto de vista de nuestro gobierno y de organismos internacionales de Derechos Humanos en una grave violación a los derechos humanos, que debe ser reparada y así lo será”, aseguró.

El jefe de Estado recordó que  la salida para esa crisis fue “un acuerdo importante entre las principales fuerzas políticas que permitió la elaboración de una ruta hacia la redacción de una nueva Constitución (…)  Sin embargo, el trabajo realizado por la Convención Constitucional entre 2021 y 2022 fue sometido a consulta ciudadana a través de un plebiscito en que los chilenos y chilenas participaron, de nuevo, masivamente, un 85% de participación y en este evento electoral los ciudadanos rechazaron de manera clara la propuesta por un 62% contra un 38%”.

Boric recalcó que «el resultado del plebiscito de nuestro país nos ha enseñado a ser más humildes, la democracia debe ser humilde y asumir que la construcción del Chile que soñamos no está en las recetas de ningún sector en particular, sino en la síntesis que podamos hacer combinando lo mejor que cada uno puede aportar (…) Estoy convencido de que en el corto plazo Chile tendrá una Constitución que nos satisfaga y nos enorgullezca, una construida en democracia, que recoja el aporte de todos los sectores de la sociedad y que sea capaz de reflejar los anhelos de justicia y libertad” .

En materia internacional, Gabriel Boric señalo que «vivimos en una época de profundas incertidumbres y sobresaltos, en la que es claro que no existen naciones, estando todas aquí representadas, que sean aisladas o inmunes a los sobresaltos, a lo que acontece a nivel global, y en esto nuestro país, por cierto, no es la excepción. Así, la guerra de agresión, la injusta guerra de agresión desatada por Rusia en Ucrania -pueblo al que le expresamos nuestra solidaridad- empujó al alza el precio de los combustibles y causó desabastecimiento de granos y fertilizantes, causando un fuerte impacto en nuestra economía y, de seguro, también, en las de muchos de ustedes».

«También, y aunque esto cueste a veces hablarlo, la guerra comercial entre Estados Unidos y China desatada en 2018, bajo la administración anterior de Trump, como también la pandemia, desestabilizaron la economía global y afectaron, también, la nuestra, como seguro, también la de ustedes», añadió.

Y a nivel regional destacó que » la crisis humanitaria en Venezuela producto de ya su prolongada crisis política, ha generado un flujo migratorio que es inédito en nuestra región y en nuestro país, poniendo una presión tremenda sobre nuestras instituciones y nuestra sociedad».