Contratan bufetes de abogados, crean empresas, recurren a servicios de transporte, de bodegas y realizan trámites aduaneros. Esa es la modalidad que utilizan actualmente firmas «fantasmas» mexicanas manejadas por narcotraficantes para el envío de droga a Chile.
Un reportaje de Ciper publicado el miércoles último, entrega detalles de una de esas operaciones, que quedó al descubierto después que en agosto de 2021 la Marina mexicana desbaratara en el puerto de Manzanillo, en el Estado de Colima, un cargamento de piedras para la decoración de viviendas que llevaba escondidos 1.700 kilos de marihuana. Su destino era el puerto de Valparaíso y no sólo eso: se trataba del seguno envío. El primero ingresó a Chile sin ningún problema y burlando todos los controles.
La publicación detalla que detrás del negocio estaba la empresa Mexstone SpA, que fue creada en Santiago el año 2021, por el bufete de abogados Duque & Méndez, con domicilio en Las Condes, que en ese entonces prestaba servicios al ciudadano mexicano Leonardo Figueroa Gómez, quien, a su vez, los contactó a través de un estudio de abogados peruano que presta servicios internacionales. Figueroa aseguró que quería montar una empresa para vender en Chile productos mexicanos, canadienses y de otros países, y por eso, junto a su socio Francisco Ventura, fueron a una notaría en Jalisco para otorgarle poderes a los abogados chilenos para representarlos con la posibilidad de adquirir y comprar bienes.
Franciscco Duque e Ignacio Méndez aseguran no conocer ni tener mayor información de los mexicanos, incluido Jaime Rodríguez, quien fue su contraparte en algunos trámites. Y no hicieron cuestionamientos -explicaron- porque era un cliente derivado de otro bufete. Aseguraron además que por los servicios que prestaron recibieron poco más de tres mil dólares.
Fue así como Mexstone gestionó la importación del cargamento de piedras decorativas a la empresa mexicana Spade Riggle, cuyos accionistas y altos ejecutivos resultaron ser personas de escasos recursos que residen en colonias mexicanas con altos índices de pobreza y que figuran en registros oficiales gestionando la obtención de beneficios sociales. Se trata de una de las firmas que aparecen como pagadoras de los servicios al bufete de Las Condes.
El cargamento de Spade Riggle a Mexstone llegó al puerto de San Antonio, en la Región de Valparaíso, el 11 de mayo de 2021, 20 días después de su embarque en Manzanillo. Poco más de una semana después fue retirado por un camión de la empresa Truck y Compañía, que lo llevó primero, por ser fin de semana, a un almacén de la empresa Bodegal, en San Joaquín. El mismo conductor, el 24 de mayo, trasladó la carga hasta la empresa Ergo, en Pudahuel, donde se registró el arribo de «10 pallets de piedra laja».
Un funcionario de esa empresa, a través de un correo, notificó a la firma Pollmann, que ejercía como agente de aduana, que la carga «no viene en perfectas condiciones» y detalló: «Todos los pallets completos vienen destruidos». Los datos que recoge Ciper indican que al lugar llegó la policía marítima chilena, que constató que dentro de cada pallet con piedras, estaba escondida una caja de madera vacía, del mismo tipo que las que, pocos meses después, las autoridades mexicanas descubrieron en Manzanillo llenas de paquetes de marihuana, y que constituían el frustrado segundo envío a Chile.
En total, se vieron involucradas en toda la operación siete empresas chilenas que colaboraron con la logística de ese envío, y que recibieron pagos desde cuentas corrientes mexicanas. Todas aseguran desconocer las identidades reales de quienes eran su contraparte en el estado de Jalisco.
Ciper señala que las mismas empresas involucradas en el primer cargamento que llegó a Chile, se repiten en los documentos asociados a la segunda carga, la que fue retenida en México. Cuando se requisó esa droga, las autoridades locales emitieron una prealerta en la que se establecía que la empresa que estaba enviando el cargamento era Spade Riggle y que el consignatario en Chile era Mexstone. En el caso de esta última, se consignó al estudio jurídico de Francisco Duque.
Este último presentó una denuncia ante la Fiscalía contra todos quienes resulten responsables por el intento de envío de droga a Chile y también, cuando quedó al descubierto el decomiso en México, le notificaron a Leonardo Figueroa «nuestra renuncia irrevocable a la prestación de los servicios profesionales legales”.
Figueroa, por su parte, negó tener negocios en Chile al ser contactado por Ciper vía Whatsapp. Sin embargo, cuando se le envió un documento que contradecía su versión, respondió «jajajaja», para luego bloquear el contacto.