Este domingo los colombianos se volcarán a las urnas para elegir a su nuevo presidente entre el izquierdista Gustavo Petro y el independiente Rodolfo Hernández. Ambos se ganaron el derecho a ir al balotaje en la primera vuelta que se llevó a cabo hace tres semanas. Este período, sin embargo, ha estado marcado por acusaciones recíprocas y el vació por la ausencia de debate entre ambos contendores, sumado a ello los resultados de distintas encuestas de opinión que no han hecho otra cosa que alimentar la incetidumbre respecto al resultado de estos c0micios.
De acuerdo con la Registraduría Nacional son 39.002.239 los ciudadanos habilitados para votar, de los cuales 972.764 que viven en el extranjero pudieron hacerlo desde inicios de semana en los 250 puestos de votación ubicados en las sedes diplomáticas de 67 países.
Para el balotaje, la autoridad electoral dispuso de un total de 102.152 mesas, distribuidas en 12.513 puestos de votación, incluidas las ubicadas en el extranjero, que estarán abiertas este domingo a partir de las 8 horas locales (13 GMT) y cerrarán a las 16 horas (21 GMT).
Como en la elección del pasado 29 de mayo, se estima que una vez se cierren los puestos de votación, en cuestión de dos horas se conocerá más del 80% del conteo de las mesas, pero eso no garantizará que se sepa con certeza quién será el ganador.
Las encuestas de las semanas anteriores marcaban un empate técnico entre las dos fórmulas, lo que promete un final reñido de voto a voto, como de foto finish.
Petro (67 años) ganó la primera vuelta con el 40,32% de la votación (8.527.768 sufragios) y se trazó la meta de aumentar en dos millones más la cantidad de electores para proclamarse ganador, en su tercer intento presidencial.
Sin embargo, la prensa local reveló videos de la intimidad de su campaña donde se hablaba de la estrategia para deshacerse de sus rivales en la carrera por la presidencia, que dejaban ver la crudeza de sus tácticas electorales, lo que fue utilizado por su oponente y medios de comunicación de derecha como una suerte de acto delincuencia.
En la campaña de hace cuatro años del actual presidente, Iván Duque, uno de sus estrategas de campaña reveló días después de los comicios a un diario económico cuáles fueron las tácticas utilizadas por el partido derechista Centro Democrático para incentivar el voto, en los que se estimuló abiertamente el miedo y la rabia.
Hernández (77 años) quien sorprendió en la primera vuelta al alcanzar el 28,15% de la votación (5.953.209 votos) ha recibido el respaldo de los partidos oficialistas y tradicionales, los mismos a los que critica por sus alianzas para gobernar y a quienes señala de ser los ejecutantes de la «corrupción», cuya lucha es su bandera de campaña.
Al candidato independiente también en estas tres semanas le han llovido críticas por las investigaciones que le sigue la justicia local, precisamente por actos de corrupción cuando fue alcalde de Bucaramanga, una pequeña y próspera ciudad del noreste que regentó entre 2016 y 2019.
Estas tres semanas fueron igualmente de despiadada con Hernández como lo fueron con Petro.
Entre otros temas que saltaron a la discusión, tanto en la prensa como en redes sociales, fue el asunto de su hija secuestrada y desaparecida por el grupo guerrillero ELN sobre el que se tejieron dudas y cuestionamientos, lo que reveló el tono de la campaña.
Según detalla un artículo elaborado por la agencia de noticias ANSA, a diferencia de anteriores comicios, en esta campaña no hubo debates televisivos, principalmente por la negativa de Hernández de someterse a ellos.
Ni siquiera por la vía judicial fue posible obligarlo a debatir. De hecho un juez le ordenó asistir, pero el candidato se las arregló igualmente para no concurrir.
Las autoridades dicen estar alertas ante posibles disturbios una vez se conozca el resultado de los comicios, incluso la embajada de Estados Unidos en Bogotá alertó de ese riesgo a sus ciudadanos residentes o visitantes. Durante la semana, el presidente saliente, Iván Duque, le pidió a sus compatriotas acudir a los puestos de votación «con alegría, con entusiasmo, sin odios, sin presiones, sin temores (…) tengamos siempre la certeza de que el veredicto de las urnas será siempre respetado por toda la nación, por el Presidente de la República, por las fuerzas militares, por todas las instituciones», dijo.
